Murcia analizará la chatarra espacial caída en Calasparra para determinar su origen

Los responsables del análisis son los técnicos del Servicio de Apoyo a la Investigación Tecnológica (SAIT) de la UPCT y del Centro de Referencia Nacional de Formación Profesional de Cartagena, que están explorando la composición del material de los objetos hallados en el municipio de Calasparra. Según los expertos, podría tratarse de un racor metálico que permite la salida de combustible del depósito espacial. También están analizando la malla del material compuesto que cubre la esfera.

Los análisis han verificado que el recubrimiento de estos objetos está compuesto por fibra de carbono, según apuntan Alberto Alcolea y Juan Antonio Madrid -director técnico del área de Instrumentación del SAIT y director del Centro de Referencia de FP de Cartagena, respectívamente-. Los resultados de estos análisis tienen especial interés porque permitirán conocer el comportamiento de estos materiales sometidos a las extremas condiciones de reentrada en la atmósfera, como son los cambios de presión y las altas temperaturas por la fricción con la atmósfera, señalan los técnicos.

Los restos analizados fueron encontrados por unos cazadores en una zona rural del municipio murciano de Calasparra, y tienen unas dimensiones de 200 centímetros de perímetro y un diámetro aproximado de 70 centímetros. Su peso ronda los 15 kilos. Su aspecto es similar a una pelota suiza, y las partículas de acero inoxidable observadas muestran fusiones en su superficie, con formas redondeadas, lo que evidencian que han estado sometidas a temperaturas superiores a 1.500º C, provocando su fusión. Para analizar estos fragmentos de chatarra espacial se está empleando microscopía óptica y microscopía electrónica de barrido, provista de un microanalizador de energías dispersivas de rayos X.

Objeto de estudio y reclamo turístico

El hallazgo de los objetos espaciales, que se ha ido produciendo cada pocos días en hasta -de momento- tres ocasiones, ha provocado el interés y curiosidad de los ciudadanos y de los medios de comunicación de todo el país. Bromas y chascarrillos aparte, en un primer momento las autoridades tomaron las precauciones necesarias, y la Guardia Civil comprobó que las extrañas esferas no comportaban peligro radioactivo ni de ninguna otra clase, ni para las personas ni para el medio ambiente.

Una vez se determinó que se trataba de fragmentos de chatarra espacial, probablemente desprendidos de un cohete o satélite, fueron trasladados a la Universidad Politécnica de Cartagena para someterlos a análisis y estudio, y para depositarlos a la espera de que algún organismo los reclamase.

Quien ya los ha reclamado es el alcalde de Calasparra, el socialista José Vélez, con el fin de que sean expuestos en el municipio donde fueron encontrados y sirvan de reclamo turístico. De hecho, en la localidad reconocen que los curiosos siguen llegando para sumar la búsqueda de nuevos objetos espaciales, al disfrute de una zona de la Región de Murcia que cuenta de por sí con un especial valor ecológico y paisajístico. No se descarta que aparezcan más objetos de este tipo, dado que en días anteriores al primer hallazgo, algunos vecinos afirmaron haber visto hasta seis “bolas de fuego” cayendo desde el cielo.