Terrorismo de extrema derecha

20 de julio de 2025 22:13 h

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En España se es mucho de no creer en las cosas hasta que se ven. No había extrema derecha porque no la veíamos, cobijada como estaba dentro del Partido Popular jugando a las casitas de la democracia. No había corrupción porque no la veíamos, pero le teníamos puesto un piso en la Plaza de España o una ventanilla para hacer leyes a medida en el Ministerio de Hacienda. Esperemos que no llegue el día que debamos reconocer que había terrorismo de extrema derecha activo y organizado, pero solo veíamos casos aislados de racismo y xenofobia.

Considera el Código Penal en su artículo 573 como delito de terrorismo “la comisión de cualquier delito grave contra la vida o la integridad física, la libertad, la integridad moral (…) cuando se llevaran a cabo con cualquiera de las siguientes finalidades: 1ª. Subvertir el orden constitucional, o suprimir o desestabilizar gravemente el funcionamiento de las instituciones políticas o de las estructuras económicas o sociales del Estado, u obligar a los poderes públicos a realizar un acto o a abstenerse de hacerlo. 2ª. Alterar gravemente la paz pública (…) 4ª. Provocar un estado de terror en la población o en una parte de ella”.

Repasemos lo sucedido en Torre Pacheco. Grupos organizados, con estructura y recursos, utilizan la brutal agresión al vecino Domingo Tomás para convocar, de manera también organizada, a otros grupos violentos y prácticamente ocupar la localidad murciana, organizándose en escuadrones de caza y captura de quien se les pusiera por delante y no les gustase: palizas, carreras y agresiones se sucedieron de día y de noche hasta que, en el Ministerio de Interior, alguien se percató de lo que realmente pasaba y qué debía hacerse para contenerlo.

En Torre Pacheco se cometieron de manera planeada delitos muy graves para desestabilizar el orden legítimo, alterar la paz pública e inducir un estado de terror, allí y donde se pudieran ver las imágenes, invocando el miedo a que algo así acabe pasando en tu barrio o en tu ciudad. El racismo y la xenofobia concurren, pero también actúan como instrumentos al servicio de una estrategia política que va mas allá del odio racial o religioso.

Se busca crear historias e imágenes que soporten el relato de extrema derecha: los inmigrantes y el gobierno que los tolera y subvenciona son los culpables y cualquier medio resulta necesario y legítimo para defender nuestras vidas, haciendas y costumbres de ambos. No tienen más que chequear lo que pasó el primer día que no había inmigrantes a quien perseguir; se pasó al siguiente objetivo: la prensa.

No se trata de la primera, ni siquiera de la segunda vez que lo intentan. Lo volverán a probar. Llevan varios años tratando de llevar a la realidad analógica su realidad virtual de inmigrantes violadores y asesinos, cruzadas xenófobas, reemplazos raciales o religiosos y España amenazada. No se trata de un estallido. Es una estrategia. Lo volverán a intentar porque se trata de provocar un estado de miedo y terror en una parte de la población y utilizarlo para deslegitimar al Gobierno y a las instituciones democráticas, acusándoles de cómplices y colaboradores necesarios de ese enemigo ante el cual tenemos que defendernos con nuestras propias manos.

No se trata solamente de un puñado de nazis o fachas xenófobos. Ellos son el instrumento y el arma de un terrorismo de extrema derecha organizado y bien financiado capaz de reventar el orden y sembrar el miedo en una ciudad en cualquier parte del país en menos de un día. Pero seguro que exagero; doctores tienen la Iglesia y el Ministerio de Interior.