Ernest Maragall ve unidad independentista aunque tener “exilio, prisión y Govern” la dificulte

“El entendimiento entre tres polos --el exilio, la prisión y el gobierno constituido-- evidentemente trae mayor dificultad para decidir como respondemos a esa presión intensa represiva desde el Estado”, ha dicho en una entrevista del canal internacional NTN24 realizada por su director periodístico en Estados Unidos, Gustau Alegret, coincidiendo con la reapertura de la Delegación del Govern en este país.

Maragall ha insistido en que hay unión sobre lo que se pide al Estado: “Diálogo, que es lo que pretendemos todos, y en eso estamos perfectamente unidos”, además de defender la libertad para los presos soberanistas, a los que considera acusados falsamente.

Ha asegurado que no cometieron rebelión ni sedición “en absoluto, ni la más mínima violencia. Todo el mundo lo sabe”, y ha añadido que los hechos del 1-O fueron dramáticos, pero por las cargas policiales.

Sobre por qué el Govern les considera presos políticos, ha dicho que lo son “porque están ahí por defender unas determinadas ideas, una determinada expresión de voluntad colectiva”.

Al planteársele que el independentismo no es una opción mayoritaria en Cataluña, ha dicho que el referéndum que el Govern pide al Estado serviría precisamente para comprobarlo, aunque ha añadido: “Cada vez más hablamos de república, más que de independencia; es decir, queremos construir un país digno, justo, libre”.

“Esa mayoría política existe. No es mayoría en el sentido de suficiencia para declarar ni para tomar decisiones por nuestra cuenta”, y por eso ha pedido al Estado una mesa de diálogo y negociación.

“Estamos en un proceso de afirmación; no contra nadie, y menos contra los ciudadanos españoles”, ha añadido.

Para él, el autogobierno “se ha ido deteriorando a través de sucesivas decisiones de orientación del conjunto del Estado desde el Gobierno central y también por decisiones del TC”.

“CRECIENTE SIMPATÍA” INTERNACIONAL

En cuanto a la falta de apoyos de gobiernos de otros países, Maragall ha considerado “comprensible” que la solidaridad mutua entre Estados haga que se decanten por el Gobierno central, según ha dicho, pero también ha constatado que en Europa, Estados Unidos y otros sitios ven apoyos.

“Hay una creciente simpatía hacia el respeto a nuestros derechos y a nuestras libertades”, y ha recordado que en Alemania y Bélgica ha habido decisiones judiciales contrarias a la extradición de los exmiembros del Govern que se fueron al extranjero.

Y ha rechazado las críticas a todo nacionalismo: “Más bien, el problema del nacionalismo hoy por hoy en Europa sigue radicando en los Estados-nación”.

Lo ha justificado alegando que los Estados-nación “protegen, cada uno desde su propio nacionalismo --si se quiere, legítimo--, intereses y perspectivas que no siempre coinciden con el interés general de Europa”.