Forcadell justifica su asistencia a la marcha por “coherencia” pero ve legítimo no ir

La presidenta del Parlament, Carme Forcadell, ha justificado este viernes su decisión de acudir a la manifestación de la Diada por “coherencia” consigo misma pero ve legítimo que haya catalanes que decidan no ir.

En una entrevista en Rac1 recogida por Europa Press, ha asegurado que todo el mundo debe conmemorar el 11 de septiembre como la sienta y en plena libertad: “Una manera de conmemorar la Diada es ir a la manifestación porque creo que, ante los constantes ataques del Estado contra la soberanía del Parlament, los catalanes deben ir a defender las instituciones”.

“Sería muy poco coherente conmigo misma no ir porque cada uno tiene sus orígenes y pasado, y yo, que he estado organizándola durante tres años, sería muy poco coherente no ir”, ha apuntado.

Sobre si entiende que haya quien discrepe de su decisión al considerar que debe representar a todos los catalanes, Forcadell ha resaltado que, si solo tuviera que ir a los actos que generan unanimidad, iría “a muy pocos”.

MANIFESTACIÓN 12-O

Al preguntársele si iría a la manifestación del 12 de octubre en caso de que se lo pidan, ya ha avanzado que no lo hará porque va en contra de sus “principios”, pero sí los recibirá en audiencia en la cámara catalana.

“Hemos recibido a muchas entidades que no piensan como yo. El Parlament está abierto a todo el mundo. A una presidenta no se le pude pedir que renuncie a sus ideas, pero sí ecuanimidad en su trabajo institucional”, ha subrayado.

Para Forcadell, la manifestación de este año volverá a ser un éxito y ha celebrado que acudan la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el líder de Podem, Albano-Dante Fachin, porque “todo el mundo puede ir, también los que crean que hay que defender la libertad de expresión y las instituciones catalanas”.

POSIBLE INHABILITACIÓN

En relación a la posibilidad de que el TC la inhabilite, la presidenta del Parlament ha destacado que no lo contempla y, en consecuencia, no tiene 'plan B' en caso de que ocurra y desconoce qué puede pasar en Cataluña.

Al preguntársele si cumplirá con el TC si la inhabilitan, ha evitado responder y se ha limitado a afirmar que lo que asumirá es “el mandato democrático del pueblo catalán” tras insistir, sin embargo, que es un escenario que no se ha planteado.

Pese a todo, ha rechazado que se hable en términos de obediencia o acatamiento al TC porque, a su juicio, conlleva entrar “en la judicialización de la política cuando debe haber separación de poderes”.