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“Jihad Jane”, condenada a 10 años de prisión por colaborar con Al Qaeda
La estadounidense Colleen R. LaRose, conocida como “Jihad Jane”, fue condenada hoy a 10 años de prisión por participar en un complot fallido vinculado a Al Qaeda con el objetivo de asesinar al artista sueco Lars Vilks, quien caricaturizó la cabeza del profeta musulmán Mahoma como un perro.
LaRose, de 50 años y convertida al islam, se declaró culpable de seguir las órdenes de supuestos miembros de Al Qaeda en 2009, y colaboró con la Justicia proporcionando información sobre otros posibles ataques, lo que le ha evitado la cadena perpetua.
La presunta conspiración terrorista comenzó en junio de 2008 cuando LaRose colgó un comentario en YouTube bajo el nombre de “JihadJane” en el que decía estar “desesperada por hacer algo para ayudar de alguna manera” a los musulmanes.
A comienzos de 2009, según los documentos presentados por la Fiscalía, LaRose mantuvo contactos electrónicos con otros conspiradores del sureste asiático y Europa a quienes expresó su deseo de convertirse en mártir de la causa islámica.
Uno de ellos le dijo en marzo de 2009 que debía viajar a Suecia para ayudar a llevar a cabo el asesinato del caricaturista.
En uno de esos mensajes la mujer respondió: “Haré que ése sea mi objetivo hasta que lo logre o muera en el intento”.
El abogado defensor, Mark Wilson, dijo que el plan para matar a Vilks era “más aspiracional que operacional” y que LaRose nunca había disparado un arma.
Wilson presentó a su cliente a lo largo del juicio como una mujer solitaria y vulnerable, fácilmente manipulable a través de la red, y alegó que su comportamiento pudo deberse a los profundos traumas psicológicos que sufrió en la infancia.
El padre biológico de LaRose la violó en repetidas ocasiones desde aproximadamente los 7 años de edad hasta los 13, cuando se escapó y comenzó a prostituirse, según explicó la defensa.
En la audiencia de hoy, LaRose se disculpó por seguir ciegamente las instrucciones de los yihadistas.
“Estaba en un trance y no pude ver nada más”, dijo.
Un grupo terrorista iraquí vinculado a Al Qaeda puso precio a la cabeza de Vilks y ofreció 100.000 dólares a quien acabara con la vida del dibujante, quien había caricaturizado al profeta en el diario sueco Nerikes Allehanda dibujándolo con el cuerpo de un perro.
La caricatura causó numerosas protestas entre los creyentes del islam y hubo incluso manifestaciones frente a las embajadas suecas en numerosas ciudades del mundo.
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