Millo justifica los ceses por incumplir las instrucciones y “romper la convivencia”

El delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha explicado hoy que se ha cesado a Marina Borrell como directora de Relaciones Exteriores de la Generalitat y a Agustí Colomines como director de la Escuela de la Administración Pública por incumplir órdenes y por actuaciones que “rompen la convivencia”.

Millo ha ofrecido más detalles del cese de estos dos cargos de la Generalitat que ha materializado hoy el Consejo de Ministros en su reunión semanal en Madrid.

El delegado ha explicado que, en el caso de Borrell, la destitución se explica “por pérdida de confianza”, después de la participación del exconseller Lluís Puig en un acto de la oficina de la Generalitat en Bruselas, cuando, ha recalcado, “tenía la instrucción de que no accedieran a la delegación los huidos de la justicia”.

En el caso de Colomines, el Gobierno también le retira la confianza, en este caso por haber protagonizado, a su juicio, actuaciones “destinadas a romper los cimientos de la convivencia”.

Millo ha reprochado así a Colomines su “falta de respeto permanente” y sus “insultos a periodistas, diputados y al Estado español”, en una “actitud contraria” a lo que se espera de un representante público, ha dicho.

Al ser preguntado por qué se cesa ahora a Colomines cuando ya hace años que expresa sus opiniones por las redes sociales y en artículos, el delegado ha remarcado que “el ritmo de la falta de respeto ha ido 'in crescendo'” y ha puesto como ejemplo el uso de la palabra “guerra” para hablar del conflicto catalán.

En concreto, Colomines escribió en Twitter el pasado de 12 abril el siguiente mensaje: “Nada de elecciones. Recuperemos la Generalitat, que es la única manera de defender a los presos y los exiliados. Tomemos la iniciativa en lugar de lamernos las heridas. Estamos en guerra y necesitamos un Govern para dirigirla”.