La situación en la frontera sur de México se complicó en las últimas hora para los migrantes con redadas de las fuerzas de seguridad y por las persistente malas condiciones en los albergues, denunciaron este miércoles dos ONG.
En un comunicado, Pueblo Sin Fronteras alertó de que el martes hubo “fuertes redadas” contra migrantes en el municipio de Tapachula, en el estado de Chiapas (sureste de México), “por parte de agentes de la Marina con insignias de la Guardia Nacional acompañados por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM)”.
“Numerosos miembros de la Guardia Nacional, uniformados con vestimenta militar, portando armas largas recorren junto con agentes de migración el centro de la ciudad, los parques y las calles, llevando a cabo una verdadera cacería de migrantes”, señaló.
Para Pueblo Sin Fronteras -una de las ONG más activas de ayuda a los migrantes- Tapachula se ha convertido en una “ciudad cárcel” y la Guardia Nacional, el nuevo cuerpo de seguridad creado por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se encarga de reprimirlos.
Después de estas redadas, decenas de personas, la mayoría africanas, se congregaron anoche en el exterior de las instalaciones de un centro migratorio en el municipio y, con gritos de “Libertad, libertad” y “Migración with the Mafia” (Migración con la mafia, en referencia a los agentes del sector), protestaron pacíficamente y criticaron la supuesta corrupción del INM.
“Decenas de agentes de la Guardia Nacional, Policía Federal, Policía Militar, Instituto Nacional de Migración y Protección Civil llegaron dispuestos a reprimir a los migrantes que se manifestaban pacíficamente. Muchos de los agentes traían equipo antimotines (antidisturbios)”, aseguró Pueblo Sin Fronteras.
Las autoridades mexicanas lograron finalmente desalojar los alrededores del puesto migratorio.
Por su parte, el Centro de Dignificación Humana en Tapachula solicitó de manera “urgente” medidas cautelares a favor de los migrantes en el centro.
“Este proceso se pide a favor de más de 350 familiares, amigos y migrantes que se encuentran privados de su libertad en este inmueble federal”, indicó el organismo en un boletín.
Según el director del organismo, Luis García Villagrán, las autoridades obligan a las personas de fuera del continente a pedir refugio en México “cuando no quieren”.
La migración aumentó en México desde octubre de 2018, cuando caravanas con miles de centroamericanos comenzaron a ingresar en el país para alcanzar Estados Unidos.
El 7 de junio, Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo migratorio que evitó que el primero impusiera aranceles a todos los productos procedentes del segundo.
Como parte de ese pacto, México envió a las fronteras norte y sur a la Guardia Nacional -nuevo cuerpo de seguridad impulsado por el Ejecutivo- y se contrató a más personal migratorio.
El 8 de agosto, el Gobierno estadounidense informó de que las detenciones de indocumentados en la frontera con México cayeron cerca del 45 % tras el acuerdo.