Feijóo recurre al 'viejo PP' de Rajoy para conducir el partido hasta el congreso extraordinario

Aitor Riveiro

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“No se puede llegar al Gobierno a aprender”. La frase la pronunció Alberto Núñez Feijóo el jueves en su primera entrevista como candidato oficioso a la presidencia del PP. Y es un misil a la línea de flotación de la dirección saliente, liderada por Pablo Casado. En el partido existe la convicción de que fue un error confiar en 2018 la organización a la generación de Casado. Un grupo de personas alrededor de los 40 años sin experiencia previa de gestión pública, o muy limitada, y que además entró hasta el fondo del partido a nivel territorial para intentar controlar unas direcciones autonómicas que, en su mayoría, habían respaldado a la candidata alternativa, Soraya Sáenz de Santamaría.

El giro de timón que deseaban los barones autonómicos ha quedado patente en los miembros del Comité Organizador del Congreso (COC). Su presidente será Esteban González Pons, un veterano que ha transitado por múltiples cargos tanto orgánicos como públicos. Actual eurodiputado, número dos en la lista del PP en 2019, ha sido consejero en la Generalitat valenciana, diputado nacional, senador y vicesecretario general de Mariano Rajoy por dos veces, al cargo de la comunicación de la organización y de la elaboración del programa electoral.

El segundo de a bordo en el equipo que conducirá al PP hasta el congreso de Sevilla, con el cargo de secretario, es otro histórico de la sede nacional de la madrileña calle Génova: Juan Carlos Vera. Diputado desde 1993 hasta 2019, tomó las riendas del PP de Madrid brevemente cuando Cristina Cifuentes dimitió. Ha formado parte del Comité Nacional de Derechos y Garantías del PP, y fue coordinador de Organización con Rajoy como presidente, María Dolores de Cospedal como secretaria general y Fernando Martínez-Maillo como coordinador general.

El de Maillo es el mismo cargo al que ha sido ascendida Cuca Gamarra. La portavoz parlamentaria tiene ahora el mando sobre el grupo en el Congreso y sobre el partido. Fue la elegida por Casado para sustituir a Cayetana Álvarez de Toledo. Exalcaldesa de Logroño desde 2011 hasta 2019, está más cerca de los 50 que de los 40. De hecho, tiene la misma edad que su predecesora parlamentaria, pero una experiencia vital opuesta a la de la periodista, tal y como quedó de evidencia en sus memorias.

Junto a González Pons y Vera completa el tridente otra veteranísima del PP al frente de la comunicación del congreso: Marilar de Andrés. Directora de Comunicación en el PP de Mariano Rajoy, fue cesada de forma expedita por Pablo Casado en cuanto accedió a la presidencia del partido. “Nos vemos”, dejó escrito en su escueta cuenta de Twitter aquel 30 de julio de 2018. Menos de cuatro años después, ha vuelto, aunque de forma interina. En principio, solo regresa hasta que concluya el XX Congreso del PP. De Andrés ya había ocupado cargos similares previamente, con Javier Arenas en Andalucía .

Otro referente del pasado del PP que estará en el equipo organizador es José Antonio Bermúdez de Castro, diputado desde hace un cuarto de siglo y que tuvo que declarar en el marco del proceso judicial por la supuesta financiación irregular del PP de Castilla y León en las primarias que ganó Alfonso Fernández Mañueco.

Todas las comunidades representadas

Entre los vocales de COC también hay algunos nombres importantes en el PP, no necesariamente conocidos por el gran público, con el gallego Miguel Tellado entre los destacados. Este hombre de la máxima confianza de Feijóo será sus ojos y su voz en la dirección del partido hasta el congreso.

De hecho, cada barón autonómico ha designado a una persona de los suyos para este equipo. En la misma entrevista de la cadena Cope aludida antes, Feijóo arremetió contra la gestión de Casado y de su equipo, con Teodoro García Egea a la cabeza, en los “territorios” del PP.

“El PP ha cometido errores”, arrancó. “Cuando en un partido no se preserva la unidad o se actúa de forma precipitada, tiene una serie de efectos”, añadió. Pero el líder gallego no se refería solo a los 15 días que acabaron con la presidencia de Casado. Porque la factura que le han girado los barones contemplaba conceptos pretéritos. Así lo explicaba Feijóo: “No por lo de la última semana, sino porque en los últimos años el partido entendía que su papel era otro del que habíamos tenido hasta entonces. El partido tiene una estructura y debe aceptarla y no menoscabarla. Hubo una serie de interferencias que llevaron a esta situación de desconfianza, de falta de unidad. Y esto hay que atajarlo”.

De momento, el señalado como futuro líder ya ha dejado claro que cada barón tendrá capacidad de negociar en su comunidad a su antojo. Alfonso Fernández Mañueco podrá incluir a Vox en un futuro Gobierno de coalición, para lo que ya se han establecido los pertinentes contactos con la dirección de Madrid. E Isabel Díaz Ayuso podrá apoyarse en los diputados que comanda Rocío Monasterio, pese a que han rechazado apoyar una declaración institucional de condena a la agresión rusa contra Ucrania.

El nuevo PP ha llegado. Y se parece mucho al antiguo PP. Hasta el punto de que en la primera comparecencia ante los medios de Gamarra y González Pons tras ser designados en sus nuevas responsabilidades, el dirigente valenciano atajó las preguntas sobre los pagos recibidos por el hermano de Ayuso de una empresa que contrató con el Gobierno de Madrid: “Cuando se confía en la honorabilidad de alguien no hace falta que dé explicaciones”.