Jorge Fernández Díaz ha negado terminantemente que la congelación de la reforma del aborto se deba a una falta de consenso interno entre los ministros y ha culpado al partido de ser el principal obstáculo para sacar adelante la ley. El ministro del Interior, ferviente antiabortista que llegó a comparar la interrupción del embarazo con el terrorismo de ETA, ha recordado que fue en las filas de su partido donde se multiplicaron las voces en contra.
“Es público y notorio que ha habido dirigentes del partido que han criticado esta medida”, ha reconocido Fernández Díaz durante una entrevista en la Ser. A pesar de que Mª Dolores de Cospedal dice no saber nada de las intenciones del Gobierno y evita por todos los medios opinar sobre el asunto, el ministro ha admitido que en el grupo parlamentario y entre los presidentes autonómicos se han encontrado con la oposición más fuerte.
Fernández Díaz ha tenido cuidado en no citar a la vicepresidenta como principal obstáculo dentro del Consejo de Ministros, pero sí ha insistido en que en el gabinete no se han vivido discusiones enfrentadas sobre la reforma: “Yo estuve en el Consejo de Ministros que aprobó el proyecto y no me consta que haya ningún conflicto interno”.
El titular de Justicia ha sido entusiasta en su apoyo a Alberto Ruiz-Gallardón y ha negado que haya quedado desautorizado por la renuncia del Gobierno a sacar adelante la ley. “Sería profundamente injusto que los ministros que hemos apoyado el proyecto en el Consejo no apoyáramos ahora a Gallardón”, ha señalado.