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Alberto Rodríguez denuncia un “montaje policial” en el Supremo y la Fiscalía rebaja su acusación a la mitad

Alberto Pozas

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El Tribunal Supremo ha dejado visto para sentencia el juicio contra el diputado de Unidas Podemos, Alberto Rodríguez, por la supuesta agresión a un policía en 2014 en una manifestación. Un juicio en el que la Fiscalía ha rebajado por segunda vez su petición de cárcel hasta los tres meses y diez días de prisión teniendo en cuenta los retrasos del proceso judicial, y en el que Rodríguez ha reclamado su absolución por falta de pruebas. “Es evidente que soy inocente, que no hay ninguna prueba objetiva”, ha dicho en su turno de última palabra.

Un juicio que, en ausencia de más pruebas o testimonios, se reduce al testimonio de Rodríguez contra el testimonio del agente lesionado. Un policía que ha reiterado que fue pateado por el parlamentario de Unidas Podemos aunque en un momento diferente al que refirió en la fase de instrucción: dijo entonces que había sido agredido cuando Rodríguez intentaba saltar las vallas que protegían la catedral de La Laguna y que hoy ha ubicado la patada en un momento posterior cuando intentaban detener a algunos manifestantes.

Según la versión ofrecida por Rodríguez hoy en el juicio, él formaba parte del grueso de la manifestación que llegó al lugar de los hechos después de los disturbios. “Cuando yo llego esos hechos ya no ocurren, los conozco porque los he visto en YouTube”, ha dicho. El otro agente que ha declarado como testigo, jefe del operativo de seguridad, ha reconocido que no le vio en esa zona en ese momento. Han reconocido que fueron terceros agentes los que pusieron su nombre encima de la mesa y Rodríguez ha asegurado en su declaración que “hay determinadas listas con perfiles visibles dentro de los movimientos sociales” que, según denuncia, se usan a posterior por la Policía para responsabilizar a determinadas personas por los altercados. “Es algo muy grave pero que en nuestro país pasa con normalidad”, ha dicho.

Algo que la Fiscalía ha negado de forma tajante, considerando probado que efectivamente agredió al agente. Ha destacado que el caso tiene “poca épica” y que “la defensa nos dice que no estaba allí y que hay una conspiración del Ministerio del Interior para criminalizar a aquellas personas que acuden a manifestaciones a ejercer derechos. Si ustedes se creen eso decidan”, ha zanjado dirigiéndose directamente al tribunal presidido por Manuel Marchena.

La defensa de Rodríguez, la letrada Marta Flor, ha denunciado “varias y muchas contradicciones” entre la declaración del agente en fase de instrucción y la ofrecida hoy ante la sala segunda del Supremo. “En instrucción dice que la patada es cuando Alberto estaba delante del vallado intentando empujarlo e intentando acceder al templo. Este tipo de contradicción tiene que ser suficiente para poder detallar la inverosimilitud en lo declarado”. Los videos recopilados en su momento por la Policía y mostrados en el juicio no reflejan ninguna actitud violenta u hostil del parlamentario de Unidas Podemos aunque según la fiscal “tienen valor probatorio cero”.

Rebajan la petición de condena

La Fiscalía ha rebajado su acusación contra el diputado de Unidas Podemos, Alberto Rodríguez, por su supuesta agresión a un agente de Policía Nacional en una manifestación en 2014. El Ministerio Público, que en un primer momento pedía 6 meses de cárcel para él, ha rebajado su acusación a 3 meses y 10 días al entender que la causa se ha alargado durante ocho años y que debe tenerse en cuenta como atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas.

En este momento, y ante la perplejidad de la fiscal, asegura Rodríguez que fue identificado tiempo después por formar parte de movimientos sociales y haber participado en numerosas manifestaciones. “Es una triste práctica”, ha dicho, acusando a la Policía de “criminalizar la protesta” identificando a las cabezas visibles de los movimientos sociales para responsabilizarles de los atentados.

“Fueron otros compañeros, se sabían el nombre”

La declaración del agente supuestamente agredido ha rebajado la intensidad de las lesiones causadas por la supuesta patada. Allí donde el Ministerio Público declara probado que “necesitó cinco días para su recuperación”, el agente ha explicado que “no me ha reconocido ningún médico forense” y que “por la noche ya no tenía nada” en la zona del impacto. Ha negado tajantemente haber necesitado cinco días para recuperarse y ha rechazado que Rodríguez también le golpeara en una mano tal y como aseguró en un primer momento la Fiscalía y reflejó la exposición razonada enviada al Congreso: “Debió ser... hubo mucho alboroto, mucho movimiento y yo llevaba el escudo, supongo que sería de otra cosa”, ha dicho.

El jefe del dispositivo ha asegurado que no vio “en ningún momento” a Rodríguez en la zona de los altercados y el agente supuestamente agredido ha afirmado que le detectó cuando un grupo de manifestantes intentaban, según entendió él, impedir alguna detención. Su testimonio ha dejado claro, por un lado, que él ya le conocía de otras manifestaciones: “Iba a muchas manifestaciones y ya lo conocíamos”, ha dicho, aunque negando que hubiera tenido algún tipo de antecedente violento.

Le vio pero no le detuvo ni identificó en ese momento aunque sí lo hizo posteriormente cuando sus compañeros le dijeron quién era. “Fueron otros compañeros, le habían identificado en veces anteriores y se sabían el nombre”, ha recordado. El atestado afirma que Rodríguez “es habitual en todo tipo de manifestaciones altercados y agresiones a la fuerza pública” aunque el agente ha negado haber tenido problemas con él anteriormente. “Conmigo en las manifestaciones, al margen de cánticos y lo normal en una manifestación tranquila... no”.