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El Gobierno ata sus últimos Presupuestos y busca una mayoría holgada con ERC

Irene Castro

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En medio de la tormenta por las rebajas de las penas a raíz de la ley del 'solo sí es sí', con los coletazos de la tragedia de Melilla y el ruido por la reforma de la sedición y la posibilidad de tocar la malversación, el Gobierno vuelve a recibir buenas noticias de Bruselas y del Congreso de los Diputados. La Comisión Europea ha avalado el proyecto presupuestario español prácticamente a la vez que la coalición amarraba los apoyos necesarios para sacarlo adelante en la Cámara Baja. A falta de la tramitación en el Senado, Pedro Sánchez se acerca a la aprobación de las últimas cuentas públicas de la legislatura, que le dan oxígeno para acabar el mandato en diciembre de 2023 y le permiten presumir de estabilidad al ser los terceros que salen adelante “en tiempo y forma” tras años de caos presupuestario en los tiempos de Mariano Rajoy. 

Las negociaciones se han ido facilitando a medida que ha avanzado la legislatura. Si el primer Gobierno del PSOE en solitario, tras la moción de censura, cayó por el veto de ERC a las cuentas públicas, esta vez el Ejecutivo tiene garantizada la mayoría necesaria incluso antes de que se confirme el 'sí' de los republicanos. Pocas sorpresas cabían esta vez, y el apoyo de las fuerzas de la investidura se daba por hecho prácticamente desde antes de que el Consejo de Ministros diera luz verde a un proyecto que recoge un récord de gasto social de 266.700 millones y un nivel histórico de inversión.

Ni siquiera la inversión del 26% del gasto militar, que rechazaban Unidas Podemos y el resto de aliados de izquierdas, ha supuesto un problema real en la aprobación de las cuentas. Durante el debate en el Pleno, el grupo confederal, integrante de la coalición de Gobierno, se limitó a mostrar su “preocupación” por esa tendencia alcista. 

Este martes, dos días antes de que se produzca la votación jueves en el Pleno del Congreso, el Gobierno ya contaba con los apoyos suficientes, que han ido llegando en cadena. El lunes ya llegó el de los grupos pequeños, como Más País, Coalición Canaria, Compromís, Teruel Existe o el PRC.

El partido de Íñigo Errejón informó ese día de que había pactado reordenar alrededor de 35 millones de euros, 24 de ellos destinados a la salud bucodental pública. Coalición Canaria ha dejado de lado sus críticas a la reforma de la sedición para asegurar que las cuentas “cumplen” con el archipiélago, mientras los pequeños partidos regionalistas o provinciales han visto colmadas sus propuestas de inversión específica.

EH Bildu cerró el círculo

También con margen anunció el PNV el acuerdo, el mismo lunes. La formación jeltzale, experta en arrancar inversiones a los gobiernos centrales, ha sumado en este caso la oficialidad de las selecciones vascas de pelota y surf, y la renovación de la Ley del Cupo a cambio del voto favorable de sus seis diputados.

Después llegaba el visto bueno del PDeCAT, ya este martes, que se ha convertido en un balón de oxígeno para el Ejecutivo tras su ruptura con Junts. Los cuatro diputados catalanes del espacio postconvergente votarán sí al haber logrado la gratuidad de las líneas de autobuses concesionadas por el Estado durante 2023 e introducir 86 enmiendas en ámbitos económicos, culturales, deportivos o sociales. También Coalición Canaria se ha convertido en un socio inesperado para el Gobierno en un momento en el que la salida del parlamentario de Nueva Canarias, Pedro Quevedo, ha duplicado su peso. Moncloa, a través del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha cortejado a Ana Oramas y a la recién llegada María Fernández. 

También el martes se confirmaba el 'sí' de EH Bildu. Con sus cinco votos, el Gobierno se garantizaba los 176 escaños, mayoría absoluta para sortear la votación de este jueves en el Congreso. El partido que lidera Arnaldo Otegi ha alcanzado un acuerdo con PSOE y Unidas Podemos que, entre otros puntos, permitirá prorrogar durante todo 2023 el límite del 2% para la actualización de las rentas de alquiler y la subida del 15% de las pensiones no contributivas, y que avanzará en cuestiones de Memoria Histórica y autogobierno con la transferencia de la competencia de Tráfico a Navarra a partir del 31 de marzo o la gestión foral de los impuestos a la banca y las energéticas. 

A la espera de ERC

Como ocurrió durante la crisis del espionaje con Pegasus, los trece diputados de ERC no son imprescindibles para la coalición. No obstante, en los últimos meses se ha convertido en un socio estable de Pedro Sánchez y ambas partes dan por hecho que acabará habiendo un acuerdo. “Prácticamente la negociación está muy ultimada”, ha señalado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en declaraciones a los periodistas en el Senado. 

A pesar de la presión de la derecha para el Gobierno y de un sector del independentismo para ERC, ambas partes continúan con la senda del diálogo y la negociación que va dando sus frutos. El gran acuerdo que se puede circunscribir a la mesa entre ejecutivos es la reforma del delito de sedición que han planteado PSOE y Unidas Podemos. Esa era una exigencia de los republicanos catalanes que ambas partes querían desligar de la negociación presupuestaria, pero la propuesta ha llegado al Congreso coincidiendo con la tramitación de las cuentas públicas y la intención del Gobierno es que esté lista antes de que acabe el año. 

Prueba de los avances es que ERC ha informado este martes de lo que ha denominado “un gesto hoy a favor de la negociación presupuestaria con la incorporación de varias enmiendas transaccionales”. El acuerdo supondrá la transferencia a la Generalitat de fondos para obras en infraestructuras claves en Catalunya en el ámbito ferroviario y de carreteras por un importe de 900 millones de euros. “Todavía queda camino para recorrer desde la óptica de la negociación durante los próximos días, antes de que se pueda dar por hecho un acuerdo definitivo”, aseguran los republicanos en un comunicado.

En el Gobierno dan por hecho que reeditará al menos los 189 apoyos que obtuvo el año pasado para los Presupuestos. Y a esa cifra y a las 172 normas que ha conseguido sacar adelante en el Parlamento se aferran en Moncloa frente a la bajada en las encuestas y el ruido en la coalición.