Grupos independentistas fuerzan su expulsión de la tribuna para reivindicar el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso

Iñigo Aduriz

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El Congreso de los Diputados ha rechazado este martes una proposición de reforma del reglamento de la Cámara Baja registrada por tres grupos parlamentarios para que se permita el uso de las lenguas cooficiales en las sesiones plenarias y demás órganos del Parlamento. La iniciativa fue defendida por Unidas Podemos y todos los partidos nacionalistas e independentistas, pero será tumbada por el 'no' de PSOE, PP, Vox y Ciudadanos en la votación que se producirá el jueves.

Desde 2005, euskara, catalán y gallego se pueden utilizar en algunas intervenciones –en las mociones y escritos– del Senado, la considerada como la cámara territorial, pero nunca ha sido aprobada su utilización en el Congreso, donde solo se pueden usar para mencionar breves citas durante un discurso. En una declaración conjunta, ERC, PNV, EH Bildu, En Comú Podem, Junts, PdeCat, CUP, BNG y Compromís han considerado, de hecho, que el Congreso es “un claro exponente” de la “situación de privilegio para el castellano” en el Estado.

“No está ni establecido en el reglamento, pero la Presidencia se apoya en los usos y costumbres para negar la expresión en cualquier otra lengua, a diferencia de otros parlamentos en los cuales se refleja el plurilingüismo como son el de Suiza o los de Bélgica o Canadá, países estos últimos en los cuales históricamente también se ha impuesto una lengua sobre otra”, han explicado. 

La primera en intervenir este martes en el debate del Pleno sobre la citada iniciativa fue la diputada de ERC Montserrat Bassa que, tras unas breves palabras en castellano, empezó a hablar en catalán. El vicepresidente del Congreso, Alfonso Gómez de Celis, que, justo al inicio de la sesión, ejerció la Presidencia en sustitución de Meritxell Batet, le pidió hacer “un uso lógico y sensato” de las normas de la cámara, que establecen como único idioma del Parlamento el castellano.

Pero ella continuó en catalán y, tras tres llamadas al orden, le fue retirada la palabra. “¡Según la Constitución, el uso de la lengua castellana es un derecho, no una obligación!”, gritó Bassa, ya con el micrófono apagado y entre abucheos de los diputados de PP, Vox y Ciudadanos. “Es que no encontramos ningún artículo que impida hablar en catalán”, añadió, mientras Gómez de Celis le insistía en que se marchara.

“¿Las gallinas? 'Oiloa', se dice en euskera”

La dinámica se repitió con la diputada de Junts, Miriam Nogueras, que antes de hablar en catalán criticó la “dinámica de las lenguas” del Congreso, y que después también fue advertida por Gómez de Celis con dos llamadas al orden. Antes de la tercera, gritó un “¡Visca Catalunya lliure!” y abandonó el atril.

El resto de los portavoces de las formaciones nacionalistas e independentistas también decidieron hablar en sus respectivos idiomas, todos ellos cooficiales, según la Constitución, pero que tras cuatro décadas de democracia aún no se pueden utilizar en los plenos del Congreso.

Ferran Bel, del PDeCAT, optó, por su parte, por decir cada frase en catalán y en castellano, provocando las risas entre los diputados independentistas. Él consideró que “lo más normal” es que se tradujeran todas las intervenciones a las lenguas cooficiales, al vivir en “un Estado plurinacional”. Es la misma dinámica que adoptó la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, que se tradujo a sí misma al castellano cada una de las frases que pronunció en euskera. Joan Baldoví, de Compromís, lo hizo en valenciano, pero tampoco fue expulsado porque solo lo empleó al final de su intervención.

El diputado del PNV Joseba Agirretxea, que habló también parte en euskara y parte en castellano, reprochó a PSOE, PP, Vox y Ciudadanos que no permitan el uso de las lenguas cooficiales en el Congreso a pesar de decir que todas ellas son “lenguas españolas” y a que hablan de España como de un Estado “plurilingüe”. “Los derechos lingüísticos ni los concede ni los retira ningún presidente del Congreso”, apuntó Agirretxea. Desde la bancada de Vox le gritaron: “Las gallinas”. “¿Cómo? ¿Qué dice de gallina?” se preguntó el diputado del PNV. “Oiloa, se dice en euskera”, añadió.

Sí les fue retirada la palabra, tras tres llamadas al orden de la Presidencia, al portavoz del BNG, Néstor Rego, que lo hizo en gallego; y al de la CUP, Albert Botran, que intervino en catalán. Por parte de Unidas Podemos intervinieron su portavoz, Pablo Echenique, el diputado de En Comú Podem, Joan Mena, y los de Podemos, Roberto Uriarte y Sofía Castañón –esta última en asturiano–, que defendieron las lenguas como forma de entendimiento y no de confrontación.

Lenguas reconocidas estatutariamente en las comunidades

La idea común de todas esas fuerzas políticas era reivindicar así una Proposición de reforma del Reglamento del Congreso de los Diputados sobre “el uso de las lenguas oficiales y reconocidas estatutariamente en sus Comunidades Autónomas en el Congreso de los Diputados”, presentada por los Grupos Republicano, Plural y Vasco.

Los autores proponían añadir al Artículo 6 del Reglamento de la Cámara un apartado para dar “derecho a los diputados” a “intervenir en las sesiones del Pleno y de las Comisiones en cualquiera de las lenguas oficiales y reconocidas estatutariamente en sus Comunidades Autónomas”, así como a hacer lo propio en los documentos y escritos parlamentarios.

Pero la iniciativa no saldrá adelante porque PSOE, PP, Vox y Ciudadanos han anunciado que la rechazarán en la votación que se producirá el jueves. El diputado socialista Guillermo Meijón ha defendido que la Constitución “pone en pie de igualdad” a las lenguas cooficiales en las comunidades autónomas, pero ha asegurado que el PSOE “entiende que existe un equilibrio razonable” en las Cortes al permitirse utilizar euskara, catalán o gallego solo en el Senado y no en el Congreso.