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Hafter cede el mando del Ejército con la vista puesta en las presidenciales

Trípoli —

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Trípoli, 22 sep (EFE).- El mariscal Jalifa Hafter, tutor del Parlamento en la ciudad oriental libia de Tobruk y del Gobierno en el este de Libia, cedió hoy su puesto de jefe del Estado Mayor del Ejercito por un periodo de tres meses, en un movimiento que parece responder a la posibilidad de que se presente a las elecciones presidenciales, previstas para el próximo 24 de diciembre.

Según los nuevos requisitos incluidos en la polémica reforma de la ley electoral enviada a la ONU por esta Cámara, en funciones desde 2014, cualquier mando militar puede optar a la presidencia del país siempre que haya abandonado sus responsabilidades castrenses con un mínimo de tres meses de antelación a los comicios.

A esta reforma se opone el Consejo Superior del Estado (Senado), muy cercano al gobierno en Trípoli y que ha presentado su propia enmienda a la ley electoral al considerar que el Parlamento en Tobrouk (HoR) no tiene potestad para introducir tales cambios.

En este contexto, Hafter anunció este miércoles, a tres meses exactos de la consulta, que cede por el mismo periodo de tiempo el mando del llamado Ejército Nacional Libio (LNA) al teniente general Abdel Razek Al-Nadori.

Según un comunicado oficial, Al-Nadori asumirá “todas los deberes estipulados bajo la ley 1 de 2015 en lo que respecta a comandante-jefe del Ejército a partir del jueves 23 de septiembre y durará hasta el 24 de diciembre”, fecha para la que están previstas elecciones.

CRISIS POLÍTICA

La decisión de Hafter ahonda la crisis política que vive el país desde que ayer, martes, el Parlamento en el este retirara la confianza al Gobierno de Unidad Nacional (GNU), designado el pasado marzo por el Foro para el Diálogo Político para Libia (FDPL), un organismo no electo creado “ad hoc” por la ONU.

En una sesión a puerta cerrada, 89 de los 113 diputados presentes -en su mayoría favorables a Hafter, votaron a favor de la moción de censura contra el Ejecutivo transitorio que lidera el primer ministro Abdelhamid Debeibah, un multimillonario que hizo fortuna durante el régimen dictatorial de Muamar al Gadafi, derrocado en 2021.

Horas después, el Consejo Supremo de Estado rechazó medida y advirtió que la consideraba contraria a la ley constitucional.

La Misión especial de Naciones Unidas para Libia (UNSMIL) rechazó, por su parte, la moción de censura, señaló que sigue considerando al GNU como “el Gobierno legítimo hasta que sea reemplazado por otro Gobierno mediante un proceso regular” e insistió a las partes ne conflicto que habían adquirido un compromiso electoral y que debían concentrarse en los comicios, “que son la prioridad”.

En las últimas semanas se han multiplicado las declaraciones de responsables políticos, como la ministra de Asuntos Exteriores del GNU, Najla al Mangoush, que apuntan a que tanto las elecciones presidenciales como las legislativas se pospondrán o se celebrarán de forma escalonada en 2022 debido a los obstáculos y la falta de tiempo para completar las leyes y la logística.