Noelia Posse, alcaldesa socialista de Móstoles, no dimitió cuando su hermana y su tío tuvieron que abandonar los puestos en el consistorio en los que habían sido colocados a dedo. Tampoco lo hará ahora, cuando una amiga suya ha tenido que dejar otro puesto a dedo en la administración municipal para el que fue nombrada recientemente.
“No creo que haya cometido ninguna ilegalidad ni ninguna irregularidad como para tenerme que marchar. Lo importante es rectificar y seguir trabajando”, ha dicho Posse en una entrevista en la cadena Ser. Ha descartado dimitir, aunque ha admitido haber cometido errores con los nombramientos recientes: “Estoy muy disgustada y muy cabreada conmigo misma por haber cometido estos errores, y lamento de verdad si he provocado algún daño a mis compañeros y a otras personas”.
La última en dimitir en el Ayuntamiento de Móstoles fue Alicia Domínguez, amiga de Posse, a la que esta había fichado por 52.000 euros al año. Antes siguieron el mismo camino -nombramiento a dedo y luego dimisión- su tío, Héctor Vicente Posse, y su hermana, Laura Posse. También abandonó el cargo Luis Vázquez, al que la alcaldesa puso al frente del Instituto Municipal del Suelo con un contrato blindado de 300.000 euros al año.
En el PSOE-M fueron muy críticos con las decisiones de Posse y presionaron para que destituyese a sus familiares. El secretario general de los socialistas madrileños, José Manuel Franco, ha asegurado sobre esos nombramientos que que “desde el punto de vista ético es un poco obsceno. Pero desde el punto de vista legal, no es ilegal”. Franco, que fue muy crítico con Posse por las contrataciones de sus familiares, ha dicho ahora que la alcaldesa se tendrá que volver a ganar la confianza del partido.