Muere Joel Filártiga, piedra en el zapato del dictador paraguayo Stroessner

Con la muerte de Joel Filártiga este viernes a los 86 años se fue uno de los emblemas de la lucha contra la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989) y un referente de las causas sociales en Paraguay, bandera que había enarbolado hasta sus últimos años que pasó en una silla de ruedas por motivos de salud.

Médico abocado a los sectores más pobres, además de reconocido pintor, Filártiga fue una especie de piedra en el zapato para Stroessner por su constante denuncia por la muerte de su hijo Joelito, torturado y asesinado a los 17 años por la Policía del régimen.

Una denuncia que se narra en “Un hombre en guerra”, producción televisiva de 1990 y en la que Filártiga fue interpretado por el actor Anthony Hopkins.

Joelito estuvo hasta el final en el recuerdo de Filártiga, a quien rememoró en una de las últimas apariciones públicas del activista, en noviembre del pasado año, cuando fue homenajeado por el Senado paraguayo por “su inquebrantable lucha por la salud, la libertad y la justicia”.

En ese acto, Filártiga leyó emocionado y desde su silla de ruedas el poema que dedicó a su hijo en la noche en que murió, en marzo de 1976, asesinato que se vio como una venganza por las postura frontal de su padre contra la dictadura.

Un régimen que le persiguió y que denunció en sus viajes al extranjero cuando se trasladaba a dar a conocer su obra pictórica, y que se prolongó hasta 1989, con el golpe de Estado que terminó con la dictadura más longeva de Suramérica.

El compromiso con las libertades de Filártiga se remonta a 1959, cuando se dedicó a la atención sanitaria de campesinos pobres e indígenas en la clínica que abrió en la localidad de Ybycui, en el departamento de Paraguarí (centro), donde había nacido.

Y se prolongó después de la dictadura, siempre denunciando el Paraguay exclusivo, el de los campesinos empobrecidos, el de los grandes terratenientes y el de la Justicia al servicio de los poderosos.

Entre quienes homenajearon hoy a Filártiga al poco de conocerse su deceso estaba el expresidente Fernando Lugo, del izquierdista Frente Guasu y depuesto en 2012 en un juicio parlamentario, quien alabó su lucha por un Paraguay “que trate con toda dignidad a sus habitantes”.

“Luchador incansable e imprescindible que ha tenido nuestro Paraguay en su búsqueda de democracia y justicia social”, escribió Lugo sobre Filártiga en su cuenta social.

El propio Filártiga dejó unas palabras en su intervención el pasado año en el Senado que podrían ser las de su epitafio: “Los luchadores importantes son aquellos que luchan toda la vida”.