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Sin noticias de los asuntos sociales en campaña

El buque de Salvamento Marítimo "Guardamar Concepción Arenal", a su llegada al puerto de Algeciras.

EFE

Madrid —

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La violencia machista, la inmigración y el resto de asuntos sociales han perdido relevancia en esta campaña electoral en la que el discurso de los partidos políticos está monopolizado por la exhumación de Franco, la crisis de Cataluña, el bloqueo y la sombra de una nueva recesión económica.

Tras una legislatura fallida de apenas cuatro meses, protagonizada por la falta de acuerdo para conformar Gobierno y disuelta sin haber aprobado ni una sola ley, los candidatos han centrado la campaña electoral en unos pocos temas muy polarizados que se encuentran lejos de los problemas urgentes y cotidianos de los ciudadanos.

Los asuntos sociales forman parte de los programas electorales de los principales partidos que concurren a los comicios del 10 de noviembre -el PSOE incluso llamó “35 compromisos sociales” al documento con el que avanzó sus propuestas políticas-, pero no son los protagonistas de debates, mítines ni entrevistas. Se han convertido en prioridades de segunda fila.

La lucha contra la violencia machista fue uno de los temas más relevantes de la anterior campaña electoral: y es que aunque el Pacto de Estado contra la Violencia de Género contó con el respaldo de todo el arco parlamentario en 2017, la irrupción de Vox y sus planteamientos negacionistas de esta realidad hizo que un asunto de consenso formara parte de la batalla política.

Sin embargo, y a pesar de que son ya 1.026 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas desde 2003, 50 este año, y de que son muchas las medidas del Pacto de Estado pendientes de poner en marcha, en esta nueva contienda electoral los políticos están pasando de puntillas por la violencia de género.

La reforma del Código Penal para tipificar como violación toda penetración sexual sin consentimiento -exigida tras las sentencias de La Manada y la violación grupal a una menor en Manresa (Barcelona)-, sancionar la brecha salarial o abolir la prostitución no son temas prioritarios en sus estrategias para cosechar votos. Y mucho menos la conciliación o la corresponsabilidad.

Dificultades tendrán los ciudadanos para escuchar a los políticos hablando delante de las cámaras de regular la eutanasia -a pesar de que este año volvió a ponerse encima de la mesa tras el caso de Ángel Hernández, que ayudó morir a su mujer María José Carrasco, enferma de esclerosis múltiple- o de acabar con el copago farmacéutico.

Tampoco la inmigración está en la agenda electoral, cuando sin duda fue uno de los temas de máxima actualidad en verano por la crisis del Open Arms y el incontable goteo de muertes de migrantes en el Mediterráneo.

Precisamente Vox recurrió ante la Junta Electoral Central el debate del 1 de noviembre entre portavoces parlamentarios porque Podemos, PSOE, ERC y Ciudadanos se negaron a incluir la inmigración entre los temas a debatir.

Pero tampoco se escucha a los candidatos hablar de vejez ni de soledad en un país en el que más de dos millones de personas mayores de 65 años viven solas según el Instituto Nacional de Estadística.

Ni de la pobreza, que se ceba especialmente con niños y mujeres, cuando en España el 26 % de la población está en riesgo de pobreza o de exclusión social y la privación material severa afecta a 2,5 millones de personas, como denuncia el informe “Estado de la Pobreza 2019”.

La violencia contra la infancia o la lucha contra la trata de seres humanos y la abolición de la prostitución tampoco destacan en los discursos de campaña de los políticos.

El Pacto Educativo, la derogación de la LOMCE y la reforma educativa, el presunto adoctrinamiento en las aulas o la universalización de la educación entre los 0 y los 3 años no copan titulares, si bien los partidos tratan de pasada cuestiones como el PIN parental, la educación inclusiva o una EBAU única.

Poca atención reciben igualmente la adicción al juego, la proliferación de las casas apuestas -sobre todo en barrios de rentas bajas- o la publicidad que los personajes famosos hacen de los juegos de azar.

Asuntos sociales, todos ellos, que tendrán obligado recorrido pero necesitarán en la próxima legislatura de una capacidad de pacto y negociación que hasta ahora los dirigentes políticos no han sido capaces de demostrar.

Violeta Molina Gallardo

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