Prisiones recuerda a funcionarios medidas de protección ante presos violentos

Madrid, 28 abr (EFE).- La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias ha remitido un oficio a los directores de las cárceles y otros centros de reclusión para que recuerden a los funcionarios las medidas de protección de las que disponen a fin de evitar las agresiones de reclusos violentos.

En el oficio, al que ha tenido acceso Efe, se señala que el objetivo es “reducir al mínimo las situaciones de riesgo, tanto para el personal como para la población reclusa”.

Según los datos facilitados a Efe por Instituciones Penitenciarias, en 2010 se registraron 475 agresiones a funcionarios, que fueron descendiendo de forma paulatina hasta las 176 el pasado año.

Por su parte, en los dos primeros meses de año se han contabilizado 26 agresiones, de las cuales en 8 no se produjeron lesiones, en 17 fueron leves y en un caso graves.

Las cifras de las agresiones se obtienen a partir de los partes que los propios funcionarios agredidos remiten a la institución penitenciaria.

En el oficio se recuerda que se están produciendo “incidencias en relación con la intervención hacia o con determinados presos que aconsejan volver a recordar las pautas a seguir por parte de los funcionarios”.

De este modo, Prisiones recomienda que se lleven a cabo “de forma cíclica prácticas con los útiles, medios, formas y procedimientos” que requieren las intervenciones de los funcionarios ante situaciones conflictivas.

Así, aconseja a los responsables de los centros que los funcionarios realicen prácticas “para la óptima utilización de los distintos medios coercitivos (contenciones mecánicas, esposas o defensas de goma)”.

Asimismo, que ofrezcan pautas de actuación ante las resistencias activas y ante las reducciones físicas de los reclusos que protagonicen incidentes, con el objetivo de conseguir “una mayor eficacia y menores riesgos tanto para el personal como para la población reclusa”.

También que les reiteren la necesidad de manejar de forma adecuada las vestimentas y medios de protección y de seguridad, de tener presente siempre los mecanismos y procedimientos de extinción de incendios y de abordar las situaciones de riesgo y los altercados protagonizados por “personas con hándicaps mentales”.

Cuando se considere necesario y cuando hayan acontecido incidentes de relevancia, se recomienda hacer un análisis pormenorizado de lo sucedido, “posibilitando la participación de propio personal que haya intervenido en ellos, al objeto de valorar la posibilidad de adopción de medidas que eviten incidentes futuros de carácter similar”.

Recuerda también el oficio que en las últimas semanas se han llevado a cabo en algunas cárceles actuaciones judiciales relacionadas con la posible colaboración de algunos presos con grupos radicales yihadistas.

Reconoce que estas operaciones, algunas de ellas derivadas de informaciones elaboradas por los funcionarios, están teniendo un eco público importante, pero deja claro que la colaboración de Prisiones con jueces y cuerpos policiales resulta necesaria para “erradicar esta nueva forma de criminalidad terrorista”.

“Sin embargo, a nadie escapa que supone también una exposición pública del personal penitenciario”, resalta el oficio.

Aunque no hay datos de que haya una amenaza expresa de los yihadistas hacia los funcionarios, el oficio recuerda que España se encuentra en el nivel 4 de alerta antiterrorista y todo el personal penitenciario “debe ser consciente de la necesidad de mantener la cautela necesaria al respecto en sus actuaciones profesionales y personales relacionadas con este perfil de población reclusa”.