CRÓNICA

Sánchez solivianta a sus barones tras cambiar las candidaturas para el 23J remitidas por los territorios e imponer a un ejército de fieles

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El PSOE vuelve a ser el PSOE. En estado puro. En ebullición. Lo habitual. O no. Se verá. Lo cierto es que el Comité Federal que aprobará este sábado las candidaturas para el 23J evoca a los de otros tiempos. Voces críticas. Barones contra la dirección federal. Reproches y filas abiertas. Todo, dicen desde los territorios, porque Pedro Sánchez y la dirección federal no están “en ganar unas elecciones sino en controlar lo orgánico” para después de las mismas. Todo huele a derrota. Con estos ánimos, es difícil movilizar a los cargos y mucho menos a la militancia para unas elecciones en pleno verano y, sobre todo, después de una clamorosa derrota. Será cuestión de tiempo que el socialismo vuelva a abrirse en canal.

De momento, el máximo órgano entre congresos de este sábado promete marejada, después de que los de Sánchez hayan soliviantado a los barones tras cambiar las candidaturas para el 23J remitidas por los territorios para imponer a un ejército de fieles. Nadie quiere un cisma a menos de dos meses de las generales, pero tampoco callar ante lo que consideran un nuevo regate corto del secretario general para controlar lo orgánico en caso de derrota el próximo julio. “Los cambios en las listas son mínimos, pero lo peor son las formas y el killerismo que se practica desde Madrid, donde deberían estar mucho más contenidos después de la derrota a la que nos han arrastrado a todos”, afirma un dirigente territorial.

“Contra Pedro Sánchez se vive mejor”, asegura otro de los barones más influyentes del partido, minutos después de que Ferraz le comunicara varios cambios en sus planchas; este barón acusa a Madrid de no tener “la más mínima empatía siquiera con quienes hemos perdido el poder institucional no por nuestra propia gestión, sino por la del gobierno de coalición”.

Los cambios en las listas son mínimos, pero lo peor son las formas y el killerismo que se practica desde Madrid

Lejos de evitar lo que ocurrió en el PSOE tras la derrota en municipales y autonómicas de 1995 cuando el partido se partió por la mitad, los de Sánchez repiten la historia e incendian innecesariamente los ánimos en Castilla-La Mancha, Valencia, Aragón, Castilla y León y la ejecutiva provincial de Valladolid. Y eso que la presión de Emiliano García Page evitó in extremis que Ferraz colocara de número uno por Toledo a la ex alcaldesa de Toledo y vetase la propuesta de la Ejecutiva regional, en la que figuraba Sergio Gutiérrez.

No corrió la misma suerte la propuesta de la dirección provincial de Valladolid, ya que Ferraz se empeñó en vetar a la actual senadora por la provincia Sara Galván para colocar al secretario federal de Acción Electoral y Estrategia, Javier Izquierdo, quien no había tenido ni un solo voto para ser candidato ni en su propia agrupación. Ni la llamada de Pedro Sánchez al ex alcalde Óscar Puente para que cediera a sus pretensiones e incluyera a Izquierdo surtió efecto, por lo que la Comisión Federal de Listas lo colocó por las bravas y relegó al segundo puesto a Galván. “Qué manera de destrozar todo. Todo lo que se ha ganado desde el Gobierno se va a tirar desde el partido”, lamentaba un dirigente de la federación que dirige Luis Tudanca. Puente anuncia una durísima intervención ante el Comité Federal de este sábado y lamenta que no se haya atendido el criterio de la militancia.

Ávila, Zaragoza, Teruel, Valencia...

Los candidatos por Ávila renunciaron todos en bloque después de que Ferraz impusiera en la plancha de la provincia a Manuel Arribas como número uno al Congreso, que ya fue diputado en la anterior legislatura y fue uno de los parlamentarios que estuvo en la cena del ex parlamentario socialista por Canarias Juan Bernardo Fuentes Curbelo, más conocido como 'Tito Berni'.

Y lo mismo comunicaron por escrito los aspirantes a diputados por Zaragoza y Teruel, después de que la Comisión Federal de Listas modificara casi por completo las planchas de ambas provincias remitidas desde la dirección provincial. “Lamentamos profundamente esta decisión que va a producir, con toda seguridad, un profundo desánimo entre los militantes a pocas semanas de las elecciones”. No se descarta que haya más renuncias en las próximas horas. Y eso que los de Sánchez ya habían obligado a Javier Lambán a incluir a la ministra de Educación, Pilar Alegría, de número uno por Zaragoza y al número uno por Teruel, Ignacio Urquizu, antes de la reunión de la Comisión Federal de Listas. Organización impuso en el último momento, como número dos, a la diputada Susana Sumelzo, afín a Sánchez, y de número tres a Víctor Ruiz, dejando fuera de los puestos de salida a los candidatos que habían propuesto los territorios.

Valencia fue otra de las federaciones que estalló contra Ferraz, tras constatar que las listas que llegaron a Madrid avaladas por Ximo Puig eran desautorizadas por la dirección federal. Así rectificó los cambios que Puig había hecho en las circunscripciones que lideran Carlos Fernández Bielsa en Valencia y Alejandro Soler en Alicante y se posicionó del lado de las direcciones provinciales para evitar a los afines al president de la Generalitat en funciones. Entre ellos, Alfred Boix, uno de sus colaboradores más estrechos.

Lambán, Page, Tudanca y Puente serán algunas voces que tendrá que escuchar hoy Sánchez contra su política de recursos humanos, algo que no había ocurrido en el PSOE desde que el presidente del Gobierno está en La Moncloa. Puig prefiere escuchar lo que tiene que decir el secretario general y no intervenir en el cónclave. Y todo esto cuando Ferraz esperaba un Comité Federal tranquilo, a pesar de haber confeccionado una lista de afines, ministros y cargos del Gobierno en una clara señal de “sálvese quien pueda” ante la posible derrota del 23J.