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Cocina 'con estrella' para alimentar el comedor social de Pontevedra

Miembros de Protección Civil de Pontevedra ayudan a repartir alimentos elaborados por el chef Pepe Solla en la congregación religiosa San Francisco de Pontevedra, que ofrece alimentos diariamente a personas en riesgo de exclusión, este miércoles durante el vigésimo quinto día de la Alerta Sanitaria en España, a causa de la crisis del coronavirus.

EFE

Pontevedra —

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No todos los días uno puede disfrutar de la maestría en los fogones de un cocinero de renombre. Mucho menos si, por circunstancias de la vida, nuestro bolsillo no puede permitírselo. Por eso, que un cocinero como Pepe Solla -una estrella Michelín y tres Soles Repsol- se ponga al frente de un comedor social es todo un acontecimiento.

La idea, explica a Efe el chef pontevedrés, surgió “por casualidad” durante este confinamiento por el coronavirus que, como muchos otros sectores, paralizó su actividad. Él fue uno de los cocineros seleccionados por la empresa Balfegó, especializada en atún rojo, para repartir dos toneladas de este pescado en hospitales, residencias y comedores sociales de toda España.

A ello se sumó que “nosotros teníamos mucha merluza para banquetes que habían sido cancelados y no sabíamos qué hacer con ella”, señala Solla. Tras saber que el comedor social de Pontevedra estaba “desbordado”, con hasta 180 comensales diarios, lo tuvo claro.

“Decidimos ayudarles a cocinar para toda esa gente”, destaca el reputado cocinero.

En un primer momento, Pepe Solla sondeó la posibilidad de cocinar en las instalaciones del propio comedor “pero vimos que no era muy operativo”, explica. “Era mejor que nosotros cocinásemos en el restaurante porque contamos con más medios”, afirma el cocinero.

Así, Solla y parte de su equipo -hasta seis personas más- decidieron colaborar con esta iniciativa solidaria. “Lo propuse y varios de los que viven cerca del restaurante se sumaron sin dudarlo”, según el cocinero, que diseñará el menú del comedor “mientras podamos”.

“Ya tenemos los menús programados para esta semana y para la próxima”, señala el cocinero.

Merluza al vapor con 'caldeirada' de patatas, servida el pasado lunes; pasta con atún rojo y salsa de tomate, la propuesta de este miércoles; y el guiso de repollo con patatas, garbanzos y carne, que se ofrecerá el viernes, han sido sus primeras propuestas.

Para prepararlos, el equipo de Casa Solla aprovecha los productos que tienen en el restaurante ya que, al estar cerrado por la alerta sanitaria, “tenemos mucho stock almacenado y no lo íbamos a utilizar”, señala el responsable del establecimiento.

Además, la coordinadora de la cocina del comedor social, Carmen Canosa, “nos va diciendo qué productos quiere ir sacando del almacén para evitar que se estropeen”, añade Pepe Solla. “Si tienen muchas lentejas o huevos, por ejemplo, lo incorporamos al menú”.

La comida la preparan con todas las medidas de seguridad e higiene que impone la situación actual. “Trabajamos con toda precaución”, garantiza. Para ello, han recibido mascarillas, guantes y trajes y cuentan con los permisos para circular sin restricciones.

Son ellos mismos los que llevan los menús al comedor social que, en esta situación de estado de alarma, entrega comida en táperes a sus usuarios, todos ellos personas en riesgo de exclusión social o tuteladas por los servicios sociales municipales, tres veces a la semana.

En un principio, Pepe Solla quería mantener en secreto esta colaboración. “Yo no quería que se supiera. No me gusta que alguien pueda pensar que hago esto de manera interesada”, afirma. Pero en una ciudad como Pontevedra es difícil que algo así se pueda ocultar.

Eso sí, esta exposición pública también ha traído algo bueno. “Desde que se sabe me han llamado muchos proveedores ofreciéndome comida”, asegura el cocinero pontevedrés.

Ese 'efecto llamada' ha permitido que, en los próximos días, vaya a recibir una vaca entera deshuesada, cedida por Frigoríficos Bandeira -una compañía cárnica de Silleda-, un gran lote de carne de pollo o numerosas entregas de verduras, donadas por habituales colaboradores.

Alejandro Espiño

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