España, a la cola de UE en financiación y sensibilización de anticonceptivos

España es uno de los países de la UE que menos anticonceptivos financia, tampoco los más modernos y, además, son pocas las campañas de sensibilización que ponen en marcha las administraciones sobre estos métodos para evitar embarazos no deseados y abortos.

Lo pone de manifiesto un informe realizado por la Federación de Planificación Familiar Estatal sobre el acceso de las mujeres a la anticoncepción en las comunidades autónomas, presentado hoy, que constata “grandes diferencias” en la atención sexual y reproductiva entre regiones, en particular en la prestación anticonceptiva.

El informe, tal y como ha explicado una de sus coautoras, la ginecóloga Concha Martín ha sido elaborado a partir de los cuestionarios que han respondido “informantes clave” que trabajan en Administración sanitaria y la única comunidad autónoma de la que no han podido extraer datos es el País Vasco.

Los “obstáculos” identificados en el informe para el acceso a los anticonceptivos son la falta de apoyo institucional, la ausencia de protocolos con criterios comunes para las prestaciones, la falta de formación reglada y continuada de los profesionales o los mitos y falsas creencias sobre los efectos de algunos métodos, entre otros.

Según el informe, la Cartera de Servicios del Sistema Nacional de Salud indica la necesidad de que todos los métodos anticonceptivos sean accesibles a toda la población, pero tal y como reflejan los datos, esta afirmación no se corresponde del todo con la realidad.

Navarra es la comunidad autónoma que más métodos financia, en concreto cuatro (preservativo, DIU de cobre, píldora poscoital y el implante), otras como Andalucía, Asturias, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana y Extremadura costean tres.

Madrid y Murcia no financian ninguno, y en este sentido Martín ha indicado que estas regiones tienen una tasa de abortos superior a la media y que coinciden además que tampoco cuentan con planes de prevención, ni campañas específicas de sensibilización.

En Europa, la situación es distinta, según ha asegurado Martín, ya que los anticonceptivos son más baratos y, por tanto, más accesibles sobre todo para la población que tiene más en riesgo de embarazos no deseados como es la juventud.

Así, por ejemplo, en Francia el DIU cuesta 30 euros mientras que en las comunidades autónomas españolas en las que no está financiado cuesta 80 euros.

“Los anticonceptivos en España son más caros que en toda Europa”, ha insistido Martín, quien ha opinado que la anticoncepción “no es un artículo de lujo, sino una necesidad”.

En cuanto a los preservativos, en España solo cuatro comunidades los financian -Asturias, Cataluña, Extremadura y Navarra- una situación que varía en cuanto a la financiación específica en programas de prevención de VIH dirigidos a jóvenes que sí los tienen: Andalucía, Asturias, Cataluña, Galicia, Madrid y Navarra.

Para la Federación de Planificación Familiar Estatal, todos los anticonceptivos, incluidos los más modernos, deberían estar financiados por el Sistema Nacional de Salud.

Y es que el informe sostiene que no se ha desarrollado la estrategia de salud sexual y reproductiva contemplada en la actual ley del aborto, y apunta que siete comunidades no disponen de programas propios de anticoncepción.

Todo ello, a pesar de que a mayor educación sexual, mayor prevención y menor tasa de aborto y de embarazos no deseados.

Además, solo seis comunidades han realizado campañas de sensibilización en los últimos cinco años -Andalucía, Baleares, Castilla-La Mancha, Cataluña, Galicia y La Rioja- pero solo dos de ellas -Andalucía y Galicia- realizaron evaluaciones de su impacto.

A juicio de Martín, uno de los problemas de estas campañas es su falta de continuidad porque para que sean eficaces “deben prolongarse en el tiempo”.

En este aspecto, España tampoco destaca en Europa por sus buenas prácticas ya que los países del entorno sí cuentan con más campañas de concienciación del uso de anticonceptivos.

Martín ha querido desmentir que los anticonceptivos sean dañinos para la salud: “Son ataques injustificados, son seguros y no son bombas hormonales”, ha sentenciado.