¿Cómo se han obtenido los datos?
Esta información se ha realizado a partir de los datos aportados por las universidades públicas de España tras presentar 50 peticiones de información amparadas en la ley de transparencia.
elDiario.es envió una solicitud idéntica a todas las universidades y cada una ha respondido con distinto nivel de detalle, formatos, periodo de tiempo o clasificación. En ellas se solicitaba “todos los casos de acoso de índole sexual, laboral y /o de orientación” de los que tengan registro ya sea a través de denuncias, consultas, quejas y a través de cualquier medio (llamada, email…).
Además, en la solicitud se pedía que se indicara para cada caso qué tipo de acoso fue denunciado/notificado/avisado y a quién implica (alumnado, PAS, PDI...), relación entre víctima y victimario, la fecha de la denuncia y la fecha en la que se activó el protocolo de igualdad (en el caso de que se haya activado) y cómo ha sido la resolución de dicho caso.
No todas han respondido, como la Universidad de Málaga o la de Jaén, que ha rechazado dar cualquier tipo de información, y otras no han aportado ningún nivel de detalle, como la de Salamanca. Por ejemplo, algunas solo incluyen los casos donde se activó el protocolo, otras todas las denuncias recibidas y algunas solo los casos cerrados. Sin embargo, las cifras permiten señalar las formas heterogéneas con las que las universidades registran los casos de acoso que se producen en sus instalaciones o que afectan al alumnado y a los trabajadores.
Para unificar los datos se han elaborado diversos niveles de clasificación, de menor a mayor nivel de agregación, quedando finalmente ocho categorías principales, entre las que destacan las de carácter sexual y laboral o abuso de poder. En la primera figuran casos de acoso sexual, acoso por razón de sexo, acoso por orientación sexual, ciberacoso sexual, agresión sexual, violencia de género y actitudes sexistas, entre otros. En la segunda se contemplan casos laborales, de abuso de poder o psicológicos sin que figure en el expediente el componente sexual. Aquellos donde no se especifica claramente el tipo de acoso se contabilizan aparte y como “resto” en los contadores.
Para los casos donde se han producido varios tipos de acoso, como acoso sexual y a la vez laboral, se ha contabilizado el caso en una única categoría, priorizando el sexual, pero siempre teniendo en cuenta el contexto del caso aportado por la universidad.
Los datos incluyen tanto los casos que se han dado a conocer por las vías administrativas formales, como las denuncias, como por vías informales, que corresponden a emails o llamadas telefónicas y en forma de quejas o consultas. También incluyen los casos que han sido atendidos bajo asesoramiento psicológico y jurídico.
Las cifras contemplan los casos que también han sido archivados y/o desestimados como acoso ya que estos han sido archivados o desestimados o bien porque la persona ha desistido del caso, el caso ha prescrito, se encuentra en fase judicial o bien porque el caso, aunque involucra a la comunidad universitaria, ha sucedido fuera del ámbito universitario, la persona acosadora no es de la universidad o se trata de un conflicto puntual.