Paraguay busca frenar el abuso y bajar mayor tasa regional de embarazo precoz

Asunción, 6 ago (EFE).- El Gobierno de Paraguay, país con la mayor tasa de maternidad precoz en el Cono Sur, arrancó este jueves una campaña que busca frenar una problemática vinculada a abusos o ataques en el seno familiar, y que en tiempos de aislamiento por la pandemia es más difícil de que sea visibilizada.

Fue una de las alertas manifestada por la ministra de la Niñez y la Adolescencia, Teresa Martínez, quien señaló que la suspensión de las clases a causa del coronavirus impide que esos abusos sean descubiertos por los maestros y maestras, a quienes se refirió como “los grandes detectores de esta situación”.

“Podemos notar en esta pandemia, que el niño no vaya a las aulas, a las clases presenciales, cómo aumenta la invisibilización del abuso, de la violencia”, dijo la ministra en la presentación virtual de la campaña “Ñañangareko” (Protejamos, en idioma guaraní).

UNA NIÑA EMBARAZADA ES UN NIÑA ABUSADA

En ese sentido, el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, dijo en el mismo evento que el combate contra ese flagelo pasa por hacerlo visible ante la sociedad y “en segundo lugar, hay que desnaturalizarlo” ya que “una niña embarazada es una niña abusada”.

“No hay que darle ningún eufemismo y todos somos responsables de cambiar esa realidad”, subrayó.

Mazzoleni informó que hasta julio de este año la sanidad pública ha registrado en Paraguay 282 embarazos en niñas menores de 14 años.

“Y tenemos más de 7.500 embarazos en niñas de entre 14 y 19 años”, alertó el ministro al hacer hincapié en que “estos números, que interpelan, requieren una innovación en el abordaje” del problema.

COSTO DE OPORTUNIDAD

Por su parte, la ministra de Trabajo, Carla Bacigalupo, alertó que el problema “afecta la proyección futura de todas nuestras niñas y madres adolescentes” porque “involucra un costo de oportunidad de empleo vinculado al desarrollo del capital humano”.

Precisó que además de impactar en la tasa de desempleo, “la maternidad temprana hace que la mujer gane un 20 % menos de lo que gana una madre adulta”.

Algo que consideró “más preocupante” si se tiene en cuenta que la mujer en Paraguay “gana un 26 % menos que el hombre”.

“Es decir, las niñas y adolescentes madres disminuyen sus oportunidades de educación, de formación, de desarrollo personal, el fortalecimiento de su salud y sobre todo el acceso a un trabajo digno”, resaltó Bacigalupo.

En la presentación también participó Rocío Galiano, representante local del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), quien recordó que la región de América Latina y el Caribe “ostenta la segunda tasa de fecundidad adolescente más alta del mundo y Paraguay la más alta del Cono Sur”.

La campaña “Ñañangareko” cuenta con la cooperación de cuatro ministerios, durará dos años y dispone de una fase enfocada a la prevención o concienciación y otra a la atención de víctimas.