Años después de su estreno, la primera de Avatar (2009) sigue siendo la película más taquillera de la historia del cine. El largometraje dirigido por James Cameron consiguió recaudar 2923 millones de dólares y superó a Titanic (1997), que hasta ese momento tenía el récord de recaudación. El éxito fue tal que el universo de Pandora siguió expandiéndose: en 2022, se estrenó El sentido del agua y, el próximo 19 de diciembre, será el turno de Fuego y ceniza.
En principio, la tercera no será la última película que Cameron desarrollará sobre los na’vi. Disney tiene previsto que habrá dos películas más (Avatar 4 y Avatar 5), que se estrenarán en 2029 y 2031 si todo sale como está planeado. Pero ¿y si no? ¿Qué pasaría si Fuego y ceniza es un fracaso y no consigue atraer al público esperado? ¿Estaría la empresa de Mickey Mouse interesada en seguir desarrollando esta historia?
Su creador ha declarado estar listo para abandonar la franquicia si es necesario. “Llevo 20 años en el mundo de Avatar. En realidad, 30 porque lo escribí en el 95, pero no trabajé en él continuamente durante esos primeros 10 años. Así que sí. Si aquí termina, genial”, compartió durante su participación en el podcast The Town, presentado por el periodista Matthew Belloni.
El riesgo de las secuelas
En el podcast, Cameron admitió que estaba nervioso por el desempeño en taquilla de Avatar: Fuego y ceniza y que era consciente de que hoy en día, en plena era del streaming, es difícil confiar en que los estrenos en cine vayan a funcionar. En el caso de su película, el enorme presupuesto que ha conllevado su producción también es un punto a tener en cuenta.
“Es una tonelada de dinero, lo que significa que tenemos que ganar dos toneladas para obtener ganancias”, explicó después de que se le preguntara por cuánto había costado hacer el largometraje. “No me cabe duda de que esta película generará dinero. La pregunta es: ¿ganará lo suficiente como para justificar repetirla?”, reflexionó.
Cameron también compartió su opinión sobre el riesgo de lanzar segundas, terceras e incluso cuartas partes de una historia. “La gente suele descartar las secuelas a menos que se trate de la tercera película de El Señor de los Anillos y quiera ver qué les pasa a todos, que en mi opinión es la culminación de un arco argumental, pero puede que el público no lo vea así”.
Si tiene que abandonar Avatar en formato cinematográfico, el director ya ha pensado una alternativa: “Quedarán historias abiertas. Escribiré un libro”. Lo que tiene claro es que si sigue habiendo películas, estas se desarrollarán bajo su mirada. “Hay niveles en los que puedo sumergirme. Podría producirla. No creo que alguna vez haya una versión de otra película de Avatar que no produzca de cerca”, concluyó.