Sale a subasta el mayor fragmento de Marte encontrado hasta la fecha

En noviembre de 2023, un buscador de meteoritos localizó en la región de Agadez, en el desierto del Sáhara (Níger), un hallazgo sin precedentes: un fragmento de Marte de casi 25 kilos, el más grande registrado hasta la fecha en nuestro planeta. Designado como NWA 16788, este cuerpo rocoso supera en un 70% al siguiente meteorito marciano más voluminoso identificado hasta ahora. Se trata de un objeto extraordinariamente raro, ya que de los más de 77.000 meteoritos oficialmente reconocidos por la ciencia, solo 400 han sido confirmados como originarios del planeta rojo. Este meteorito saldrá próximamente a subtasta de la mano de la casa Sotheby’s, quien lo describe como “un descubrimiento increíblemente raro”, que podría alcanzar cifras récord en el mercado.

Por qué es tan especial

La rareza de este ejemplar no reside únicamente en su tamaño. Su composición, estructura y estado de conservación lo convierten en un objeto de estudio excepcional. La corteza externa, de tono marrón rojizo, evidencia una fusión superficial provocada por el calentamiento durante su entrada en la atmósfera terrestre. Además, conserva depresiones superficiales llamadas regmagliptos, que refuerzan su autenticidad como cuerpo caído del espacio exterior. Los análisis apuntan a una erosión terrestre mínima, lo que sugiere que el impacto contra la Tierra es reciente y que su química original permanece prácticamente intacta desde su viaje de 225 millones de kilómetros.

El análisis mineralógico ha revelado que el 21,2% de NWA 16788 está compuesto por maskelinita, un tipo de vidrio generado a partir de plagioclasa sometida a temperaturas y presiones extremas durante impactos violentos en la superficie marciana. Esta transformación sugiere que el meteorito fue expulsado del planeta como consecuencia del choque de un asteroide de gran magnitud. Los científicos calculan que solo hay unos 19 cráteres en Marte con las dimensiones necesarias para haber originado un evento de tal envergadura.

La clasificación del elemento

En cuanto a su clasificación, NWA 16788 se sitúa dentro del tipo conocido como shergottita olivino-microgabroica, una variedad particularmente infrecuente entre los meteoritos marcianos. Representan apenas un 5,4% del total y se caracterizan por una textura de grano grueso que se forma mediante un lento enfriamiento del magma. El nuevo ejemplar no solo muestra esta textura, sino que también presenta rasgos propios de meteoritos poiquilíticos, donde cristales de un mineral quedan rodeados por otros, un rasgo que podría tener implicaciones en la clasificación taxonómica de estas rocas.

De hecho, el carácter híbrido de NWA 16788 ha abierto el debate sobre la necesidad de ajustar el sistema de clasificación de meteoritos marcianos. Hasta ahora, se basaba principalmente en criterios mineralógicos simplificados. Sin embargo, el estudio de este espécimen apunta a la conveniencia de adoptar un enfoque más complejo, alineado con los sistemas ya aplicados para las rocas terrestres. Las imágenes de microscopía electrónica han permitido documentar con detalle las proporciones de piroxeno (61,1%), maskelinita (21,2%) y olivino (15,3%), así como otras fases accesorias que podrían redefinir los límites de algunas categorías existentes.

Exhibido antes de la subasta

El meteorito fue validado oficialmente en la 113.ª edición del Boletín Meteorítico, el principal referente internacional en la ciencia meteorítica. Antes de llegar a subasta, NWA 16788 se exhibió públicamente en la Agencia Espacial Italiana en Roma durante la Noche Europea de los Investigadores de 2024, así como en una galería privada en la Toscana. La comunidad científica ha recibido con entusiasmo la posibilidad de seguir estudiando este fragmento, cuyos detalles estructurales podrían arrojar nueva luz sobre los procesos geológicos del Marte primitivo.

Además de su valor científico, NWA 16788 representa también una ventana al pasado violento del planeta rojo. Su existencia confirma que Marte sufrió impactos de tal magnitud como para enviar material rocoso al espacio, donde, tras millones de años de deriva, estos fragmentos pueden acabar alcanzando la Tierra. Al mismo tiempo, invita a replantear el papel que juegan los meteoritos en la comprensión de otros cuerpos planetarios.

La aparición de este fragmento no solo amplía el conocimiento sobre Marte, sino que también refuerza la importancia de la meteorítica como disciplina clave para la reconstrucción de la historia del Sistema Solar. El estudio de NWA 16788 puede convertirse en un hito para futuras revisiones de cómo categorizamos y entendemos la materia marciana, acercándonos un paso más a comprender cómo era Marte, cómo ha evolucionado y por qué su destino fue tan distinto al de la Tierra.