Estas son las dos ciudades españolas que han llegado a ser reconocidas como “Capital Verde Europea”

Desde hace tiempo son muchas las ciudades españolas que ponen en marcha políticas urbanas en pro de la sostenibilidad y el medio ambiente. Iniciativas que la misma Unión Europea reconoce con el prestigioso premio “Capital Verde Europea”, otorgado concretamente por la Comisión Europea y que es un reconocimiento anual a esas ciudades que demuestran un verdadero liderazgo en sostenibilidad urbana. Esta distinción se concede a localidades de más de 100 mil habitantes que han cumplido constantemente con normas medioambientales y se comprometen a establecer nuevos objetivos ambiciosos para la mejora del medio ambiente y el desarrollo sostenible, inspirando a otras ciudades. Y, desde que Estocolmo lograse tal distinción en 2010, dos ciudades españolas han tenido el honor de ser premiadas con semejante distinción: Vitoria-Gasteiz y Valencia.

La capital vasca fue la primera ciudad española en obtener este galardón, siendo elegida el 21 de octubre de 2010 como Capital Verde Europea para el año 2012. Este premio supuso el máximo reconocimiento a más de treinta años de propuestas e iniciativas respetuosas con el medio ambiente y un firme compromiso con políticas de desarrollo sostenible. La implicación de la ciudadanía también fue un factor clave que contribuyó a este éxito, conduciendo finalmente al máximo reconocimiento europeo para la localidad alavesa.

Entre las principales razones que llevaron a Vitoria a conseguir la capitalidad verde europea se destacó la recuperación del Anillo Verde. Este conjunto de parques que rodea la ciudad, iniciado como un proyecto de restauración ambiental en 1993, ha transformado la periferia degradada en un espacio natural de alto valor ecológico y una zona recreativa principal. La Unión Europea también reconoció sus políticas en cuanto a movilidad sostenible, el impulso del deporte, la economía circular y el ahorro de agua doméstica.

Dentro del Anillo Verde, los Humedales de Salburua representan un ícono y son uno de los humedales continentales más relevantes de su entorno geográfico, con su centro de interpretación, Ataria, que ya ha recibido más de un millón de visitantes. Otro espacio significativo es el parque de Olárizu, de más de 120 hectáreas, que acoge un Jardín Botánico con más de mil especies diferentes, incluyendo representaciones de los principales bosques de Europa. La ciudad también cuenta con una destacable proporción de 42 metros cuadrados de zonas verdes por persona y ha lanzado iniciativas como la aplicación 'La Florida de Gala' para el histórico Parque de la Florida.

Más de diez años después de su designación, el compromiso de Vitoria-Gasteiz con la sostenibilidad no solo se mantiene, sino que se ha reforzado. La marca Vitoria-Gasteiz Green Capital hoy define el posicionamiento de la ciudad, integrando la sostenibilidad de manera transversal en todas sus acciones de desarrollo, incluyendo la actividad turística. Este compromiso constante se refleja también en su participación, junto a otras seis ciudades españolas, en la Misión europea de Ciudades Inteligentes y Climáticamente Neutras.

Por su parte, Valencia ostentó la capitalidad verde europea en el año 2024, siendo la segunda vez que este honor recaía en una ciudad española y la primera para una ciudad de la costa mediterránea. La elección de Valencia resalta la orientación sostenible con la que la ciudad ha teñido sus políticas públicas durante las últimas décadas, un enfoque que tuvo su referente pionero en los años ochenta con el proyecto de los Jardines del Turia, y su compromiso con el turismo sostenible, la neutralidad climática y una transición verde justa e inclusiva.

Los logros pasados y actuales de Valencia fueron evaluados positivamente por la Comisión Europea, que valoró los doce indicadores medioambientales requeridos para el premio. Además de los Jardines del Turia, otros elementos decisivos incluyeron el Parc Central y los ecosistemas singulares del Parque Natural de la Albufera, donde conviven flora y fauna autóctonas con agricultores locales. La ciudad también fue reconocida por su compromiso con la restauración de ecosistemas naturales, como las dunas y humedales de la Devesa, y por iniciativas como el “Programa de Vecindad y Alimentación”, destinado a estimular la producción de alimentos saludables y sostenibles. Valencia fue la primera ciudad europea en establecer una estrategia, la Misión Climática Valencia 2030, para ser climáticamente neutra.

La sostenibilidad urbana en Valencia tiene una larga tradición, evidenciada por la movilización ciudadana que en el siglo pasado detuvo la construcción de una autopista en el antiguo cauce del río Turia, transformándolo en un jardín de más de nueve kilómetros. La huerta valenciana, con su sistema milenario de acequias declarado Patrimonio Agrícola Mundial, es otro pilar de la agricultura sostenible en la ciudad. La región mediterránea, con su abundancia de sol y mar, también se posiciona como una fuente inagotable de energías renovables, apoyada por innovaciones como granjas de olas, baterías de sal, plantas solares flotantes y energía eólica marina.

Hoja Verde, otro reconocimiento

Además del mencionado título, existe el premio Hoja Verde Europea, en este caso un reconocimiento dirigido a pueblos o ciudades de los Estados miembros de la UE pero en este caso con una población de entre 20 mil y 100 mil habitantes. El premio reconoce y premia igualmente a las ciudades que están realizando esfuerzos para mejorar la gestión medioambiental. Y ahí también tenemos buenos ejemplos entre nuestros pueblos. Viladecans, en Barcelona, ha sido una de las dos ganadoras de la Hoja Verde Europa 2025, reconocida por los logros conseguidos en materia de energías renovables y de eficiencia energética. También se ha valorado la implicación de diferentes agentes, incluidos los propios ciudadanos, en la toma de decisiones para lograr estos avances. Mollet del Vallés y Cornellá de Llobregat (sin salirnos de la provincia de Barcelona) recibieron también este reconocimiento en 2015 y 2019, respectivamente.