Superar el duelo con ayuda de un videojuego

Unas prácticas en el cementerio de Málaga motivaron al psicólogo Pablo Mata para idear un videojuego que ayudase a pasar el duelo por la pérdida de un ser querido en tiempos de COVID-19, un proyecto que presta especial atención a los niños y a colectivos desfavorecidos.

El proyecto de este vecino de Málaga, de 23 años, denominado VIDU, ha ganado el Premio a la Mejor Idea de Negocio del concurso Emprende-Innova-Comparte, organizado por Acción contra el Hambre, dotado con 2.000 euros, que por primera vez se ha celebrado en Andalucía.

La idea de Mata, que coordina esta iniciativa, es poder contar con una versión beta del videojuego en septiembre, para “probarlo e ir perfilando”, ha explicado a Efe.

El videojuego presta especial atención a familias con dificultades y colectivos desfavorecidos, a los que les cuesta más acceder a un profesional de la salud mental, así como a los niños porque “no tienen una comprensión de la muerte completa y su implicación y comunicación en terapia no siempre son las mejores”.

A través de un personaje, el jugador va pasando por las distintas fases del duelo y va “aprendiendo cosas”, con una línea de historia de trasfondo para “dar coherencia” y ayudar a interiorizar todo lo que aprende, según Mata.

Aunque todo el mundo ha tenido alguna experiencia de este tipo por la muerte de alguna persona cercana, la idea del videojuego surgió a raíz de sus prácticas en Parcemasa, donde trabajó con psicólogas especializadas en el duelo y le animaron a poner en marcha su iniciativa, porque “podía funcionar”.

Esa idea incipiente, con un objetivo general sobre el duelo, ha cobrado aún más relevancia durante la pandemia, por lo que en los últimos meses la ha adaptado a la COVID-19.

El juego se divide en etapas y el participante va desarrollando unas tareas, en las que se utilizan terapias como el ritual de despedida, que consiste en buscar algún objeto que identifique a la persona fallecida y hacer un ritual recordando quien ha sido y lo que se le ha querido, ha detallado.

Aunque el videojuego invita a hacer este ritual u otras terapias de forma virtual, enseña al usuario cómo se hace y proporciona las herramientas para que “pueda hacerlo fuera” si lo desea.

El joven dispone de herramientas para desarrollar VIDU (por videojuego del duelo) pero admite que necesita de “inversiones de varias empresas” para desarrollarlo a gran escala que espera que fructifiquen en los próximos meses.

En el premio se ha tenido en cuenta el impacto social, al haber sido concebido como un videojuego para tratar el duelo de personas que han sufrido pérdidas de seres queridos en tiempos de COVID-19 y personas vulnerables que normalmente no pueden acceder a este tipo de terapias psicológicas.

El segundo premio del concurso, dotado con 1.500 euros, fue para Darío Bejarano, un joven que ha diseñado un centro especializado en terapia de pareja y salud sexual para parejas de cualquier orientación y modelo, con talleres de prevención de violencia de género y divulgación de relaciones sexuales saludables.

El tercero, valorado en 1.000 euros, lo ha conseguido Ana Campos con Groovy, un proyecto que pone en valor la economía circular y favorece el autoconsumo sostenible.

María del Mar Domínguez