Kim Dotcom espera en N.Zelanda el fallo final sobre su extradición a EE. UU.

Sídney (Australia), 3 nov (EFE).- El fundador del clausurado portal Megaupload, el alemán Kim Dotcom, conocerá este miércoles el fallo final sobre la solicitud de extradición a Estados Unidos por presunta piratería informática, tras casi 9 años desde el vasto operativo orquestado por el FBI para detenerlo en Nueva Zelanda.

El Tribunal Supremo, la máxima instancia judicial neozelandesa, tiene previsto anunciar su decisión por la apelación presentada por Dotcom y tres de sus exsocios de Megaupload, Finn Batato, Mathias Ortmann y Bram van der Kolk, para determinar si son “elegibles” para ser extraditados.

No obstante, aunque el tribunal acceda a ello la última palabra la tiene el ministro de Justicia del país, actualmente Andrew Little, pero Kris Faafoi jurará el próximo viernes.

El Supremo dejó hace más de 14 meses visto para sentencia su decisión a la apelación de los acusados, la última con la que cuentan.

El informático de origen alemán apuntó en su tuit la semana pasada que la fecha elegida por el Tribunal Supremo, que coincide con las elecciones de Estados Unidos, busca asegurar “una cobertura internacional mínima de su fallo”.

Asimismo Dotcom acusó en un vídeo al candidato demócrata estadounidense, Joe Biden, de “supervisar personalmente la destrucción” de su negocio para favorecer a sus donantes de Hollywood, así como de manchar la reputación de Nueva Zelanda “por todas esas cosas ilegales” realizadas a petición del que fuera vicepresidente de Barack Obama.

BATALLA LEGAL LARGA Y COMPLEJA

Dotcom y sus exsocios son requeridos por 13 delitos, entre ellos los de crimen organizado, lavado de dinero y fraude electrónico en Estados Unidos, donde las autoridades sostienen que Megaupload obtuvo ilícitamente ingresos de unos 175 millones de dólares (150 millones de euros) por el alojamiento de material ilegal entre sus 50 millones de usuarios.

Desde la detención de Dotcom y sus tres exsocios en enero de 2012 en una mansión que alquilaba el informático a las afueras de Auckland, la lucha legal contra la extradición se hizo más compleja por una serie de ramificaciones del caso que incluyó el espionaje ilegal al informático, admitido en 2017 por el Supremo.

En diciembre de 2015, un tribunal de justicia neozelandés concedió la extradición de Dotcom a EE. UU., mientras que el Tribunal Superior ratificó la sentencia en febrero de 2017 y el Tribunal de Apelación hizo lo mismo en julio de 2018.

Por su parte, la defensa de Dotcom mantiene que existen discrepancias entre la ley de extradición neozelandesa y el acuerdo de extradición con Estados Unidos, además de argumentar que la violación de los derechos de autor tiene que considerarse un crimen tanto en Nueva Zelanda como en el país norteamericano.

El Supremo deberá resolver mañana en su fallo si el Tribunal de Apelaciones tuvo razones al determinar que la infracción sobre el derecho de autor que se le atribuye a Dotcom y sus exsocios constituye un delito penal en Nueva Zelanda y, en base a ello, se le podría extraditar a Estados Unidos.

“Nunca viví allí, nunca viajé allí, no tengo compañías allí, pero todo lo que trabajé pertenece actualmente a los Estados Unidos”, mantiene publicado desde 2015 el excéntrico magnate en la cabecera de su cuenta en Twitter, en la que se describe como un empresario, padre de cinco hijos “justiciero de la libertad” ante sus más de 714.900 seguidores.

Rocío Otoya