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The Guardian en español

“Como Trump pero con mejor pelo”, esto es lo que pensaba el Gobierno de Obama de Boris Johnson

El ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, acude a una reunión de gabinete, en Downing Street

Julian Borger

Washington —

En el libro World as It Is: A Memoir of the Obama White House (El mundo como es; memorias de la Administración de Obama), Ben Rhodes, consejero adjunto de seguridad nacional y redactor de los discursos del expresidente, detalla la política nacional e internacional de la Administración de Obama durante dos mandatos (ocho años), que culminaron con la sorprendente victoria de Trump en las elecciones presidenciales de noviembre de 2016.

En el libro, que en Estados Unidos se publicará el 5 de junio, Rhodes relata un viaje a Londres en abril de 2016 y que se organizó “en el último minuto” con el objetivo de apoyar al entonces primer ministro del Reino Unido, David Cameron, y reforzar el argumento a favor a permanecer en la Unión Europea a dos meses del referéndum del Brexit.

“No es habitual trabajar de forma tan estrecha con el gobierno de otro país pero en el caso del Reino Unido es diferente y el Brexit iba a tener consecuencias desastrosas, representaba que un país clave en el orden que se estableció tras la Segunda Guerra Mundial se iba a la deriva”, recuerda Rhodes.

Obama accedió a viajar a Londres después de que el jefe de gabinete de Cameron, Ed Llewellyn, ahora embajador del Reino Unido en París, le mandara un correo electrónico a Rhodes e indicara la necesidad de una visita presidencial, debido a que los sondeos en torno a los resultados del referéndum del Brexit mostraban que los resultados estaban muy igualados y al hecho de que en el Reino Unido más del 70% de los ciudadanos aprobaba la labor de Obama.

Como parte de la campaña que hizo a favor de la permanencia del Reino Unido en la Unión Europea, Obama escribió una columna de opinión en el Daily Telegraph coincidiendo con su viaje. Sin embargo, Johnson, que por aquel entonces era el alcalde de Londres, publicó una columna en sentido contrario en The Sun.

Johnson indicó que Obama había ordenado quitar un busto de Winston Churchill del Despacho Oval y que lo había hecho porque “sus raíces keniatas hacían que detestara al Imperio Británico, del que Churchill había sido un ferviente defensor”.

Los políticos laboristas lo acusaron de “racismo encubierto” y el nieto de Churchill, Nicholas Soames, se mofó de las declaraciones del alcalde y afirmó que eran “poco fiables y mal documentadas”. Según Rhodes, a Obama le desconcertaron las connotaciones raciales del ataque de Johnson, que tres meses más tarde, tras la victoria del Brexit, pasó a ser ministeo de Exteriores del Reino Unido.

“¿En serio?”, habría indicado Obama al leer los comentarios de Johnson: “¿Ahora resulta que al negro no le gustan los británicos?”.

Cuando Rhodes comentó a Obama que sus detractores en Estados Unidos eran más sutiles, el presidente le contestó: “No te creas… Boris es su Trump”.

“Con mejor pelo”, respondió Rhodes.

En una rueda de prensa conjunta con Cameron durante el viaje de tres días, Obama se esforzó por refutar las afirmaciones de Johnson sobre el busto de Churchill, señalando que había sido trasladado a la entrada de su estudio privado en la Casa Blanca, conocido como la Sala de Tratados, un lugar donde lo veía todos los días.

“Me gusta” [por Churchill]“, afirmó Obama. Un retrato de Martin Luther King pasó a ocupar el lugar dejado por Churchill en el Despacho Oval.

En el transcurso de la conferencia de prensa, Obama indicó que si el Reino Unido salía de la Unión Europea quedaría “en el final de la cola” al negociar un nuevo acuerdo comercial con Estados Unidos. Según el relato de Rhodes, esta afirmación ya había sido pronunciada poco antes por un funcionario británico en un encuentro privado en Downing Street, y Obama la repitió a instancias de Cameron.

Rhodes recuerda que los asesores de Cameron se felicitaron por la intervención de Obama y mantuvieron la esperanza de que fuera suficiente para hacer decantar la balanza.

Los líderes de la campaña a favor de la salida de la UE aseguraron más tarde que el viaje de Obama a Londres les ayudó a ganar el referéndum celebrado en junio de 2016 debido a una reacción de rechazo a cualquier posible intervencionismo por parte de un gobierno extranjero.

Más tarde Johnson repitió que no lamentaba haber mencionado las raíces keniatas de Obama y negó que, como había afirmado el presidente estadounidense, el Reino Unido fuera a quedar peor posicionado para negociar un acuerdo comercial, señalando que estas declaraciones eran “absurdas”.

La Administración de Trump no ha mandado un mensaje claro sobre si el Reino Unido estará bien o mal posicionado para negociar un acuerdo comercial con Estados Unidos. Trump ha insinuado que la Unión Europea tendrá preferencia mientras que el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin ha afirmado que Reino Unido está “en primer lugar”.

Traducido por Emma Reverter

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