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Opinión - El extraño regreso de unas manos muy sucias. Por Pere Rusiñol

Del 14 de enero a la urgencia de Primarias y Congreso

Javier Fernández, presidente de la Gestora del PSOE.

M. Luz Martínez Seijo

Diputada del PSOE por Palencia —

Los últimos meses del nuevo PSOE liderado por una gestora interina han sido especialmente convulsos y poco satisfactorios para un importante y creciente número de militantes.

Desde el 1 de octubre, fecha que pasará a la historia del PSOE como fatídica, casi 200.000 personas ligadas a este partido por su carnet de militante y cientos de miles de simpatizantes llevan pendientes de una fecha, una fecha que acabe con la inestabilidad alimentada por la Gestora por no cumplir con su único fin de existencia, convocatoria de Primarias y de Congreso.

Es fácil encontrar explicaciones al porqué de tanto aplazamiento. Al fin y al cabo, cuando se inventó una Gestora Federal se debía tener bien pensado que tanto daño producido en el corazón del PSOE requería alargar su vida y existencia para alcanzar un fin mayor, lograr y cumplir con ciertos objetivos que requieren su tiempo para su consecución: ¿poder, liderazgo, cambios ideológicos, control, acuerdos, promesas...?

Como en todo plan, suelen surgir inconvenientes a lo largo de su desarrollo y uno de ellos es que, para poder consolidar ciertos objetivos, el tiempo es clave. En política, como en la vida misma, los sentimientos juegan un papel fundamental, y los sentimientos cuanto más fuertes e intensos son, también suelen ser más duraderos. Por eso el malestar, enfado o frustración de los miles de militantes que se sintieron heridos tras el Comité Federal del 1 de octubre no se van a apaciguar.

No van a desaparecer de golpe y plumazo las heridas que se provocaron por la decisión trascendental del Comité Federal para el futuro del socialismo español ante el 'no' o la 'abstención' en la investidura de Mariano Rajoy. Por el contrario, son muchos los militantes que pacientemente esperan el futuro que le depare al PSOE para decidir mantener su militancia. Son miles los militantes que esperan a que se produzcan cambios importantes en la manera de entender y gestionar este partido, para participar activamente en la reconstrucción de la fortaleza del PSOE.

Son muchos los militantes que reclaman nuevos modelos de participación, mayor apertura y menor rigidez de la organización, perfiles de cargos públicos y orgánicos más definidos, cercanos y accesibles. Son muchas las voces que piden otro tipo de liderazgo, más representativo, colectivo y democratizador, porque lo contrario incita a la desafección, a la desvinculación.

Las elecciones primarias deben regirse por un proceso garantista y transparente. Son además la primera vía para que se genere un debate amplio sobre los distintos tipos de partido y de liderazgo que los candidatos puedan ofrecer a la militancia, pero también son la gran oportunidad para que se hable de política, de proyecto para nuestra sociedad, del papel del PSOE ante los retos de este siglo. Que se hable de ideología y de principios, de recuperar la confianza de nuestros antiguos votantes y de lograr la ilusión de los nuevos, los jóvenes.

Las elecciones primarias son una gran oportunidad para ocupar un espacio político sin el condicionante de unas elecciones en la agenda, y dirigirnos a nuestros militantes y simpatizantes con fuertes convicciones, con una ruta claramente diseñada para el futuro del conjunto de la organización socialista. Pero también es el momento de que en los distintos proyectos políticos de los candidatos se marquen sus posiciones ideológicas, de un PSOE más o menos a la izquierda, del posicionamiento de los candidatos ante posibles pactos o acuerdos de gobierno con otras fuerzas políticas, y sobre las consultas a la militancia ante decisiones de trascendencia para la organización.

Por estas razones es difícil justificar la demora para poner fecha a una convocatoria de Primarias y Congreso. En un partido democrático y transparente como es y debe ser el PSOE, es preciso y urgente normalizar la situación. El día 14 de enero se espera que el Comité Federal del PSOE ponga fecha, no sólo del calendario político para el 2017, sino que se asuma un compromiso con la militancia que reclama desde el 1 de octubre unas obligadas Primarias y en las que libre y democráticamente puedan decidir sobre el modelo de partido, de liderazgo y sobre el proyecto político del PSOE para recuperar la confianza de nuestros votantes y la credibilidad social. Y ante esta urgencia, no caben ya ni más retrasos ni excusas.

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