La formación rocosa que ha creado una piscina natural en esta playa de Cantabria y querrás visitar este verano

Sofía Alcahud

27 de junio de 2025 13:05 h

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En la costa oriental de Cantabria, perteneciente al municipio de Castro Urdiales y cerca del pueblo de Islares, se encuentra la playa de Arenillas. Aunque no es de las más conocidas de la región, guarda un rincón que sorprende a quienes la visitan: una piscina natural formada por la propia roca. Este curioso espacio, protegido del oleaje y alimentado por el mar, se encuentra cerca de la playa de Arenillas y se trata de un lugar perfecto para bañarse con tranquilidad.

La piscina se ha creado de forma natural gracias a la erosión del mar sobre la roca caliza. Con el paso del tiempo, el agua y el viento han ido modelando una depresión estable que retiene el agua cuando baja la marea. A diferencia de otras zonas del litoral, esta formación permite el baño como si fuera una piscina al aire libre, rodeada de naturaleza.

Su entorno transmite una sensación de calma poco habitual en las playas más concurridas del norte de España. El sonido del mar rompiendo en las rocas, la claridad del agua y la silueta de las montañas al fondo convierten este lugar en un rincón ideal para desconectar. Si te gustan los rincones tranquilos con encanto natural y lejos de las multitudes, no te puedes perder esta piscina natural escondida entre las rocas cerca de la playa de Arenillas.

Un rincón único en la costa cántabra

El entorno litoral de Islares, donde se encuentra la playa de Arenillas, está constituido principalmente por calizas del Cretácico Inferior, pertenecientes al conjunto de las calizas urgonianas, una formación geológica común en esta parte de la costa cántabra. Estas calizas se originaron en un medio marino durante la era mesozoica como resultado de procesos sedimentarios en un mar somero, es decir de poca profundidad.

El paisaje costero de esta localidad está caracterizado por acantilados y formaciones rocosas abruptas, resultado de la interacción entre el medio geológico y el mar. Estos elementos conforman un entorno natural único y valioso.

Memoria viva del mar en Islares

Islares es una localidad con una importante vinculación al Camino de Santiago por la costa, donde se conservan vestigios de un hospital que en su momento acogía a los peregrinos y viajeros que transitaban por la zona. Este hospital, aunque hoy en día apenas quedan restos visibles, formaba parte de una red de apoyo a los caminantes que seguían la ruta jacobea costera.

Junto a estas ruinas se encuentran dos construcciones religiosas que constituyen un valioso patrimonio histórico y cultural: la iglesia parroquial de San Martín de Tours y la ermita de San Roque. La ermita, ubicada próxima a la playa de Arenillas, data del siglo XV y está vinculada directamente al Camino de Santiago, reflejando esta relación en la festividad que se celebra cada 16 de agosto en honor a San Roque, patrón de los peregrinos. La iglesia de San Martín destaca por sus características góticas, con una nave cubierta por bóvedas de crucería y un ábside rematado por una bóveda nervada, evidenciando la importancia religiosa que tuvo esta localidad a lo largo de los siglos.

Además del patrimonio medieval, Islares conserva memoria de episodios más recientes de la historia, como los relacionados con la Guerra Civil española. En este contexto, destaca la figura de Francisco Bedoya Gutiérrez, conocido como “Paco Bedoya”, un guerrillero antifranquista que murió en 1957 cerca del pueblo, reflejando así la complejidad histórica y social de la zona.

Castro Urdiales y su entorno

Castro Urdiales, conocida en la antigüedad como Flavióbriga debido a su asentamiento romano, fue parte de la histórica hermandad de las Cuatro Villas de la Costa del Mar. La villa conserva un casco antiguo con calles estrechas y un aire marinero que refleja su pasado pesquero y señorial, junto a un ambiente turístico que se beneficia de playas como Ostende y Brazomar.

El patrimonio monumental de la villa incluye la iglesia gótica de Santa María, considerada la mejor obra de este estilo en Cantabria, el castillo-faro contiguo, el puente medieval y la ermita de Santa Ana. Además, destaca el palacio Toki-Eder, construido a comienzos del siglo XX con un estilo modernista clasicista inspirado en villas italianas, obra del arquitecto local Eladio Laredo.

En los alrededores se encuentran importantes vestigios arqueológicos, como la cueva de la Peña del Cuco, con grabados rupestres del Paleolítico superior, y el yacimiento romano que se extiende bajo la ciudad actual. Las festividades locales son un gran atractivo, especialmente el Coso Blanco, un desfile de carrozas de papel de seda en verano, y la Pasión Viviente, una representación de Semana Santa con reconocimiento nacional. El club náutico de la villa impulsa la tradición deportiva de las regatas de traineras, consolidando la relación de la ciudad con el mar.

En cuanto a la comarca, Islares destaca como un enclave costero con servicios turísticos y espacios naturales para la pesca y el ocio. En el pueblo se pueden visitar la iglesia de San Martín, de estilo gótico, la ermita de San Roque y restos del antiguo hospital de peregrinos que evidencian la importancia del Camino de Santiago.

Otros núcleos cercanos, como Oriñón y Sonabia, ofrecen paisajes singulares, con playas, estuarios y la colonia de buitres leonados más rica del litoral, además de zonas protegidas por su valor ecológico. Sámano y Santullán conservan casonas históricas, cuevas con arte rupestre y restos de un antiguo castro prerromano.

Localidades como Mioño y Otañes reflejan su pasado minero a través de infraestructuras y monumentos, mientras que Ontón ha recuperado su patrimonio industrial, con paseos que aprovechan antiguos trazados ferroviarios. El río Agüera, que atraviesa la zona, es un punto destacado para la pesca, completando así la oferta natural y cultural de esta parte de la costa cántabra.

Si vas a visitar espacios naturales, recuerda la importancia de respetar el entorno y sigue las guías y recomendaciones oficiales para no poner en peligro el lugar ni tu integridad física.