Llegan “los coros mudos”, la fiesta popular tan arraigada a este barrio de Barcelona

Alberto Gómez

6 de junio de 2025 18:20 h

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Es una de esas fiestas tan antiguas como arraigadas y celebradas tanto por los vecinos del barrio como por los que vienen de más lejos para bailar y pasarlo bien. Ha llegado el momento que muchos esperaban prácticamente desde hace un año y los “coros mudos” están a punto de empezar.

Se trata de una gran fiesta que tiene lugar en el barrio de pescadores de La Barceloneta de la capital catalana, un barrio que ha visto cómo negocios y turistas le han robado una parte de su idiosincrasia pero que, con la festividad de estos coros, recupera una parte del terreno perdido.

La fiesta de los 'cors muts’, en catalán, es una celebración que tiene lugar este fin de semana, el que precede a la fiesta del lunes de Pentecostés o también conocida en Barcelona como Segunda Pascua. Los días álgidos de la celebración son hoy sábado y el próximo lunes, que es festivo en la capital catalana.

¿Y en qué consiste? Pues en una fiesta con agrupaciones corales humorísticas o coros que esos dos días organizan numerosos pasacalles y más actos. De pura vecindad.

La peculiaridad de esta fiesta incluye que hoy por la mañana los coros organizan un gran pasacalles, tocarán por las calles… y se marcharán fuera de la ciudad. A pasar el fin de semana fuera y, eso sí, juntos. Dos días en los que no deja de haber un ambiente festivo, acompañados de buena comida y buena bebida. Pero, eso sí, a todos sus vecinos del barrio barcelonés, antes de marcharse, les dedican un gran desfile por el barrio a modo de festiva despedida.

Vuelta el lunes

Tras esos dos días fuera de la ciudad, este próximo lunes, por la tarde, cuando vuelvan, organizarán otro gran pasacalles, desfile de baile y música donde los miembros de cada coro intentarán mantener el espíritu de la fiesta hasta bien entrada la noche.

Se trata de una fiesta que tiene sus orígenes en torno a 1850, cuando por aquel entonces los pescadores salían a intercambiar el pescado, fuera del barrio, por otros productos. Pero hoy la fiesta, en vez de pescado, lo que ofrece es un simpático e interminable surtido de coros, formados por hombres y mujeres disfrazados de carnaval y recorriendo las calles de La Barceloneta, haciendo las delicias de los vecinos de siempre y de, por supuesto, muchos turistas llegados de diferentes puntos del planeta.