Parque Europeo: la estampa del abandono en pleno corazón turístico de Gran Canaria
Sobre las 15.00 horas del pasado domingo 16 de agosto se declaraba un conato de incendio en la trastienda de un establecimiento comercial abandonado en Playa del Inglés, en pleno corazón turístico de la isla de Gran Canaria. A escasos metros del punto de partida del mini-tren, una de las atracciones para los visitantes que se alojan en la zona, los bomberos sofocaron el fuego con rapidez y evitaron que se propagara a los locales adyacentes, que también acumulan basura y escombros tras años de abandono.
No era la primera vez que tenían que intervenir en este lugar. En mayo de 2012, los restos del antiguo restaurante Asador Criollo, que se había cerrado dos años antes, quedaron calcinados. Las llamas alcanzaron los siete metros de altura. Ya entonces vecinos y empresarios de Playa del Inglés alertaron de la situación de deterioro del denominado Parque Europeo, ubicado entre las avenidas de Italia y Tenerife, en confluencia con las calles San Cristóbal de La Laguna y Las Estrellas del municipio de San Bartolomé de Tirajana.
El interior de un antiguo pub irlandés del Centro Comercial Águila Roja se ha convertido en la morada de un grupo de personas sin hogar que vive sin las mínimas condiciones de habitabilidad y salubridad. La suciedad se amontona. En los baños del centro comercial se acumulan botellas vacías, cajas, maletas, escombros... En una de las paredes exteriores, los indigentes han improvisado una cocina con la parrilla de un antiguo asador. Al lado, junto a latas de cerveza y botellas de vino, una olla guarda macarrones cocinados hace días.
La estampa del Parque Europeo, de titularidad municipal, choca con la imagen que ofrecen los hoteles que lo rodean. El plan de modernización y mejora de San Bartolomé de Tirajana, impulsado por el Gobierno de Canarias, ha animado al capital privado a acometer cuantiosas inversiones para remozar sus establecimientos y elevarlos de categoría.
El alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez, no duda en calificar de “desastroso” el estado del Parque Europeo. El regidor sureño explica que el Consistorio ha acudido a los servicios de mediación judicial para intentar resolver el contrato que une a la corporación con la empresa concesionaria del recinto, a la que a finales de los años ochenta, cuando se construyó la plaza, se le otorgó los permisos para la construcción y explotación de los locales comerciales y las terrazas. Aún le restan nueve años de concesión.
Pérez sitúa el origen del litigio con la concesionaria en las obras de acondicionamiento y peatonalización que acometió la Dirección General de Infraestructuras Turísticas del Gobierno canario en la legislatura 2007-2011 con una inversión de 1,8 millones de euros procedentes del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). “Los locales se cerraron para las obras y la administración (el Gobierno regional) incumplió los plazos”, señala el alcalde de San Bartolomé, que añade que la actuación quedó inacabada.
La abrupta interrupción a la entrada de la superficie comercial de la fila de adoquines rojizos de la obra del Gobierno canario simboliza el conflicto con la concesionaria, que reclama, según el alcalde de San Bartolomé, una cuantiosa indemnización para resolver el contrato. Pérez espera alcanzar un acuerdo en septiembre y rebajar ostensiblemente las pretensiones de la empresa para poder comenzar a limpiar y adecentar el recinto. Sin embargo, ya ha anunciado que reclamará el pago de la indemnización al Ejecutivo regional.
Para Ángel López, concejal en la oposición en las filas de Nueva Canarias, el Parque Europeo ofrece una imagen “bochornosa, desastrosa” para los numerosos turistas que transitan a diario por esta zona. López recuerda que también hubo incumplimientos por parte del concesionario, que excedió la superficie comercial acordada con el Ayuntamiento. “Dicen que están buscando alternativas, soluciones, pero todo sigue igual”, concluye el concejal nacionalista, en consonancia con lo manifestado por un vecino de la zona, que asegura que un edil del grupo de gobierno al inicio del anterior mandato (2011-2015) le prometió que el problema quedaría resuelto “en cuestión de meses”.
Cuatro años después, el Parque Europeo sigue presentando a los visitantes una estampa de abandono y suciedad.
