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Vecinos de Tafira exigen al Ayuntamiento de LPGC que retire una treintena de árboles “peligrosos”

Vecinos de Tafira exigen al Ayuntamiento de LPGC que retire una treintena de árboles "peligrosos"

Macame Mesa

Las Palmas de Gran Canaria —

Una treintena de árboles ubicados en la carretera vieja de Tafira ha ocasionado las quejas de los vecinos de la zona, que no entienden los motivos por los que el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria meramente poda sus ramas y no aprovecha las obras que tienen lugar actualmente en la carretera para extirparlos.

Los representantes de la Plataforma Carretera de Tafira Alta y las asociaciones vecinales de Bandama y Lagares, aseguran estar disconformes con el proyecto de urbanización de la antigua vía, porque contempla el mantenimiento de los eucaliptos, según afirma el presidente de este último colectivo, Francisco Rodríguez.

Rodríguez desconoce “quién tomo la decisión, que no está basada en ningún criterio técnico” de mantener unos árboles que, afirma, “durante décadas han estado dañando la calzada, los muros perimetrales y a las propias viviendas en cuanto a la cimentación y al saneamiento se refiere”.

A su juicio, “hay un empecinamiento” por parte del Consistorio de mantener unos árboles que califica como dañinos y peligrosos. En este punto, recuerda que recientemente se calló una gran rama a la vía en un suceso que, por suerte, no dejó heridos.

Los vecinos aseguran que “a simple vista” se puede percibir que los eucaliptos “están enfermos, por los hongos que se perciben claramente”. El presidente de la plataforma Carretera de Tafira Alta, Álvaro Navarro, señala que la susodicha especie exótica es bajo valor ecológico, potencialmente invasora, que se extirpa en las zonas rurales y que en el medio urbano se permite su precencia a modo “ornamental”.

Rodríguez asegura que el concejal de Urbanismo, Javier Doreste, ha aceptado la tala de los árboles por “el daño y peligro” que supone, sin embargo, no entiende los motivos que llevan al Consistorio a retirarlos una vez terminadas las obras de la carretera, lo que en su opinión “carece de sentido común”.

Al respecto, explica que la medida supone “un despilfarro del dinero público”, teniendo en cuenta que “no tiene sentido mantener los árboles y, una vez terminada la obra, romper todos los trabajos hechos en la calzada y las aceras para quitarlos”. “Si se hiciera ahora, resultaría muchísimo más barato”, apostilla.

Los vecinos solicitarán una nueva reunión con Doreste y - llegado el punto - con el alcalde, Augusto Hidalgo, antes de “movilizarnos en todo orden, para que cambien el criterio, porque no se nos ha dado una justificación racional”.

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