Sobre este blog

El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Terremoto en el PSC con epicentro en La Gomera

Casimiro Curbelo y José Miguel Pérez después de firmar un acuerdo institucional.

Todos los focos se concentraron en la cabeza de Casimiro Curbelo una aciaga mañana de julio de 2011, cuando abandonaba sin poder pegar ojo en toda la noche la comisaría de Policía de Tetuán, en Madrid. Si no hubiera sido por aquel penoso incidente en el interior de un bar de alterne que terminó en comisaría, quizás no hubiera reparado en él la dirigencia de su partido, el PSOE, particularmente la dirigencia femenina que, con Elena Valenciano al frente, removió cielos y tierra para que aquel senador por la isla de La Gomera abandonara su escaño y no pudiera presentarse a las siguientes elecciones generales. Su defenestración no tuvo que ver con el delito de atentado contra agente de la autoridad por el que le denunció aquella noche el Cuerpo Nacional de Policía, sino por el local donde tuvo su origen el altercado. Todavía no ha sido condenado por ese presunto delito, y hasta es posible que algunos de los agentes denunciantes sean los que acaben condenados por la querella que contra ellos ha interpuesto el ex senador. Pero la bomba ya había estallado. El nombre de Casimiro Curbelo pasó del reducido ámbito político de Canarias, que acostumbra a importar bien poco en Madrid, a convertirse en un personaje incómodo para la dirección federal del PSOE, que ya desde entonces le puso una cruz. Esa situación de debilidad ha sido convenientemente aprovechada por sus adversarios políticos, casi todos relacionados con su propio partido, bien desde dentro o bien desde la irradiación a la que él les sometió. Veintiún años al frente del Cabildo de La Gomera ha granjeado a Curbelo muchísimos apoyos electorales, pero también muchos enemigos, los que precisamente vieron en aquel incidente de Madrid la primera oportunidad seria para derrocar eterno amo y señor de la política gomera.

300 militantes en el nuevo partido

Desde aquel suceso de Madrid, Casimiro Curbelo puso sus barbas en remojo. La saña con la que algunos de los suyos quisieron sacarlo de la carrera política debió alarmarle más de lo habitual. Tras meditarlo solo un poco registró en el Ministerio del Interior su propio partido, Agrupación Socialista Gomera, que según su entorno, ya cuenta con casi 300 militantes, solo ciento y pico menos de los que tiene el PSOE en la isla. Y se enrocó en su innegable poder local para desde allí empezar juntarse con los secretarios generales que hace tiempo vieron agotado el mandato de José Miguel Pérez al frente del PSOE canario. Y empezó a hacerse notar: se enfrentó a la Ejecutiva Regional por no defenderle; acusó a Julio Cruz de moverle la silla; apoyó a los rebeldes de La Palma, a los rebeldes de Tacoronte y, como guinda, a la candidata postergada por la Ejecutiva Regional, Patricia Hernández. Es precisamente ésta quien se está convirtiendo en la principal víctima del cisma gomero, porque una vez descartado el retiro monacal de Casimiro Curbelo, todos los votos que éste saque para el Parlamento serán menos votos para la candidata socialista. Casimiro convocará este jueves a sus consejeros en el Cabildo para, mirándolos a los ojos como él acostumbra, saber quién le apoya y quién no. Terminará su mandato sin mayores sobresaltos, salvo que la gestora que le va a nombrar el PSOE, presidida por la parlamentaria regional Rosa Guadalupe Jerez, le trate de poner algún palo en la rueda. Porque hasta en la conformación de la gestora se ha notado la mano de Julio Cruz: junto a la otra diputada gomera en la Cámara regional, esposa del dimitido secretario de Organización local, dirigirá la gestora en calidad de secretario Héctor Noda, hermano del alcalde de Vallehermoso, que no está precisamente en la lista de felicitaciones navideñas de Casimiro.

La regeneración, en crudo

Parece evidente que la altura del listón en la que Ferraz ha colocado el límite para ser candidato “idóneo” en el PSOE va a ser una auténtica sacudida en la organización. Casimiro Curbelo, como fue el caso de Tomás Gómez, no tiene dictada apertura de juicio oral por ningún caso de corrupción, pero está siendo investigado por un presunto enriquecimiento ilícito que ya veremos en qué queda. Igual que el ex líder Madrileño, Curbelo tiene a la organización local abierta en canal, pero a diferencia de Gómez, habría garantizado los apoyos electorales (según todas las encuestas), tanto para revalidar el Cabildo como para aportarle al PSOE sus dos diputados por la isla. Pero cae víctima de las trampas que sus compañeros le han tendido y muy a pesar de los esfuerzos que en su defensa ha hecho Patricia Hernández, que ha acudido en más de una ocasión a Madrid para tratar de convencer a los suyos del desastre que puede desatarse a partir de ahora. Porque si Curbelo cae por lo que cae, que se aten los machos todos los alcaldes, concejales y consejeros de cabildos con imputaciones porque el dedo acusador de la comparación no va a tardar en señalarles. Si regeneramos, regeneramos en profundidad, y que en las urnas salga lo que tenga que salir, parece ser la consigna. Con el rasero de Casimiro, habrían de caer desde el candidato al Cabildo de Tenerife, Aurelio Abreu, al director de gabinete de Patricia Hernández, Nicolás Jorge, pasando por los alcaldes de Granadilla, Candelaria, Vilaflor, El Tanque, El Rosario, y concejales de Santa Úrsula, La Laguna y La Victoria. Cuatro de ellos forman parte de la Ejecutiva insular del partido, elegida a mayor gloria de la regeneración política. Una vez perdido Casimiro, a la candidata no le queda otra que abrazar la doctrina federal y hacer majo y limpio con todo lo demás, o arriesgarse a tener una campaña en la que sus adversarios le afeen que no se atreva a hablar de la corrupción ajena por tenerla tan extendida en casa.

Cosas que no le pasan a Pamparacuatro

La noticia saltó este miércoles en Madrid. El sumario abierto por un juzgado de ese partido judicial a raíz del borrado de los ordenadores de Luis Bárcenas por el Partido Popular ha desaparecido completito, oye. Ni un auto ni dos, ni una providencia, grabación, informe u oficio, todo el sumario a hacer puñetas (con perdón). Que si lo tiene la Audiencia Provincial (ante la que una de las partes recurrió su archivo provisional), que si está en el juzgado de Instrucción número 32 de Madrid… El caso es que la juez ha convocado a las partes para hacer lo que se suele hacer en estos casos: reconstruir el sumario con la aportación de las notificaciones que defensas, acusaciones y ministerio fiscal recibieron en su día. Este extravío es noticia porque se trata de lo que se trata, pero sirve para convencer a los más recalcitrantes de que son sucesos que se producen con relativa frecuencia, y pocas son las veces si tenemos en cuenta los millones de causas que se abren cada año en España y la demostrada falta de medios con los que la Justicia cuenta. Por lo tanto, no es algo que le suceda en exclusiva al magistrado de La Laguna César Romero Pamparacuatro, al que no le desaparecen los sumarios completos, sino parte de ellos que, recurrentemente, terminan convirtiéndose en una investigación por robo.

Sobre este blog

El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Etiquetas
stats