Diez años siendo el “mejor” azafrán de Castilla-La Mancha

En 1959 nacía en la localidad conquense de Motilla de Palancar la empresa Bealar, dedicada desde entonces a la producción y la venta de azafrán. En 2016 el producto 'La Rosera' de la empresa recibía el premio 'Gran Selección' de la mano de la Junta de Comunidades y no sería la primera vez. De hecho, la compañía familiar celebraba su décimo aniversario recibiendo este reconocimiento.

“Somos los mayores productores de azafrán ecológico de la Denominación de Origen Protegida La Mancha”, asegura Guillermo Beleña, que es parte de la tercera generación de la familia que trabaja en la empresa. Bealar se jacta de que la elaboración de su azafrán es “completamente” artesanal, lo que permite que el producto se mantenga en condiciones “óptimas” durante mucho más tiempo.

¿Cómo es que han sido tan premiados? Beleña lo achaca al cuidado que tienen en cada año hacerlo “mejor” y también a las buenas condiciones que ofrece el campo en la localidad conquense. Además, destaca que el azafrán es el mejor de la Denominación de Origen, “debido a su alto poder colorante y sus propiedades, que permiten que de el mismo o mejor resultado utilizando menos cantidad”, asegura Beleña.

Bealar destaca que el azafrán es parte de la “cultura popular” de Castilla-La Mancha. Esto implica que todo el proceso que se lleva a cabo para alcanzar el producto debe tratarse con “mimo” para que la herencia de las familias castellano-manchegas no se pierda. La empresa comenzó con los abuelos de Guillermo y su hermana, que son ahora la tercera generación, encargados de proyectar el trabajo más allá de los límites nacionales.

El proceso de recolección que siguen es completamente artesanal. Los bulbos se plantan los primeros días de septiembre, para obtener la flor del bulbo a finales de octubre. Una vez se recogen las flores, se mondan en el mismo día para sacar las hebras del azafrán y evitar así que se pierdan las cualidades del producto. Así, el azafrán se tuesta y se envase para su venta, todo de manera manual.

Ahora uno de los retos a los que se enfrentan es a abrirse al mercado exterior. “Hay mucha competencia y también muchos productos de donde elegir, pero confiamos en nuestra calidad y en nuestros productos”, afirma Guillermo. Por ahora, los mercados a los que se han abierto incluyen Dubai, Inglaterra o Estados Unidos, donde explotan las cualidades del azafrán, que puede usarse en todo tipo de platos, desd arroz hasta postres.