La necesidad de política

Yo no conozco más que dos medios para hacer reinar la igualdad en el mundo político: dar derechos iguales a todos los ciudadanos, o no dárselos a ninguno.

Alexis de Tocqueville.

Vivimos un tiempo en el que la imagen de la política se encuentra especialmente dañada. La crisis del Régimen del 78 ha acelerado un proceso de desafección, de falta de credibilidad y de legitimidad, respecto al ejercicio de la política que ha llevado a algunos a anunciar que vivimos en sociedades post-políticas y, por consiguiente, post-democráticas. Tal escenario facilita un discurso anti-político que relega la acción colectiva, el sustrato de lo político, la actividad social necesaria, al reducido y triste espacio de la gestión del desastre. Si tal cosa es la política, si sólo eso es la política, no es de extrañar la desafección de las gentes hacia las personas e instituciones que operan en su nombre.

Pero, al mismo tiempo, habitamos un tiempo en el que hemos sido llamados a superar este atolladero de desafección y resignación. Hoy podemos superar el ruido generado por quienes nos han acostumbrado al discurso vacío de contenido y de vida. Hoy volvemos a pensar, hacer y vivir la política como una herramienta colectiva de transformación social. Ya no nos sirve el lamento sino las propuestas para construir alternativas a lo que hay. Creemos en la participación social en los asuntos políticos desde la alegría y la responsabilidad ciudadana con el fin de recuperar la democracia. Porque sin acción política, y sin el concurso de las personas en la misma, las sociedades democráticas se degradan.

Por eso estoy en Podemos. Por eso me he presentado con el quipo Ganar-CLM al proceso de primarias en el que estamos eligiendo, hasta este domingo, a los candidatos de Podemos a las Cortes de Castilla-La Mancha. Por eso, justo por eso, por lo importante del momento, porque estas elecciones son distintas a otras, por la responsabilidad a la que nos enfrentaremos, necesitamos un equipo cohesionado para ganar Castilla-La Mancha. Porque entendiendo la política como una necesidad humana y como una responsabilidad social. Porque es mediante la política -también mediante la educación y las relaciones de afecto y de cuidados- como se construye el presente y el futuro de cada lugar y de sus gentes. Todo eso es, a mi juicio, Podemos. La voluntad de hacer política en común, con la gente, para recuperar nuestra democracia y el timón de nuestras vidas. Queremos ganar la sociedad  y queremos ganar las elecciones para gobernar; y queremos gobernar porque tenemos un proyecto social y una propuesta política diferente a lo que hay. La política que queremos desplegar desde Podemos-CLM tiene un nombre común, sencillo, pero a veces maltratado: democracia. Una democracia basada en propuestas concretas.

Nuestra propuesta en el plano político, en el marco de una democracia avanzada y un estado de derecho y de justicia social, pasa por recuperar la legitimidad de las instituciones y ponerlas al servicio de la gente. Queremos dotar de calidad institucional y democrática a nuestras instituciones políticas. Que sean las personas las que propongan, debatan y decidan los asuntos importantes para la vida en común. Queremos unas instituciones transparentes, abiertas a la participación y el control de la ciudadanía. Queremos, necesitamos, unas instituciones al servicio de las personas y no al servicio de intereses ajenos al bien común. Queremos en definitiva, algo que nuestra Constitución confirma como un derecho fundamental: ser ciudadanos con derechos y de pleno derecho.

Nuestra propuesta en el plano jurídico aspira a que vivamos en una sociedad en las que las leyes y normativas sean “nos solo legales sino justas”. Una sociedad en la que nadie está por encima de la ley. En la que nadie que utilice las instituciones, los recursos y bienes públicos para favorecer el enriquecimiento o los privilegios del ámbito privado quede impune. Y para eso, tenemos que desligar el ejercicio de la justicia del ejercicio político. Las democracias modernas se pensaron y crearon, entre otras cosas, gracias a la separación de poderes y no se puede permitir que los gobiernos condicionen, coaccionen o persigan a quienes tienen que impartir justica.

Tenemos una propuesta en plano social. Queremos un orden social en el que nosotras y nosotros, y nuestros hijos, podamos trabajar, estudiar, dar y recibir cuidados, podamos amar y formar familias con confianza en el presente y con perspectivas de futuro. Un orden social y una vida en común en la que no prevalezca el miedo a no saber qué será de nosotros de hoy para mañana. Queremos seguridad: laboral, por supuesto, pero también institucional, política, jurídica. Queremos tener unas instituciones que se preocupan por la gente, especialmente la que –por distintas circunstancia personales o sociales- lo pasa peor o lo tiene más complicado. Por eso creo que Podemos es el partido de la seguridad: la seguridad de que las escuelas y los hospitales abren cada día y para todos, de que nadie se quedará sin las coberturas necesarias, de que los jóvenes más preparados no tengan que dejar su tierra para coger un autobús o un tren a buscarse la vida fuera de aquí.

En definitiva. Tenemos propuestas de sentido común y ética universal, porque queremos lo que quiere la mayoría. Pero también somos responsables. Sabemos que no es sencillo cambiar las cosas sin estudiar, trabajar y luchar cada día. De poco vale prometer imposibles. Nosotros no hacemos promesas, nosotros hacemos propuestas realistas y realizables. Y para ello hemos comenzado a escuchar a quienes saben lo que necesita Castilla-La Mancha; a los buenos profesionales y trabajadores, a los empresarios que arriesgan para invertir y crear empleo, a los verdaderos emprendedores, a las y los investigadores… Y les escuchamos, y conversamos, para confeccionar un programa político colectivo, participado, hecho por la gente y para la gente.

Somos Podemos. Hemos venido a cambiar la política para cambiar la sociedad. Estamos preparados para ganar y listos para gobernar. Queremos contestar a Tocqueville que solo hay una opción para definir la igualdad política; “dar derechos iguales a todos los ciudadanos”.