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Las aerolíneas rechazan que la red de aeropuertos de AENA se transforme en un monopolio privado

Terminal T4, Aeropuerto de Barajas / EFE

Antonio Ruiz del Árbol

La confirmación de la operación de compra del aeropuerto londinense de Luton por AENA en una cifra de 502 millones, más la toma del control del aeródromo de Cali en Colombia, ha despertado recelos entre las compañías aéreas que operan en la red pública de aeródromos nacionales. La noticia se ha sumado a otras informaciones alentadas desde la empresa que preside José Manuel Vargas, que apuntan un cambio “radical” en la estrategia de privatización de la filial de aeropuertos: la participación accionarial que se va a vender no será de un porcentaje minoritario de hasta el 49%.

El Estado cederá el control de la empresa al enajenar el 51% de su participación, con lo que el adjudicatario del proceso de venta, ya sea un socio industrial como el operador de infraestructuras nacional Ferrovial, un socio financiero como AXA, o la mezcla de ambos, será quien dicte la política que se debe seguir.

Diversas aerolíneas consultadas y sus patronales representativas, han mostrado a eldiario.es su “honda preocupación” ante la perspectiva de que la actual red pública de aeródromos se convierta en “un monopolio privado”. Dos son los principales temores que provoca este previsible cambio de escenario.

Subida de tasas

En primer lugar las aerolíneas temen que los nuevos dueños y gestores privados profundicen la política seguida durante los últimos tres años de elevar, ejercicio a ejercicio, las tasas aeroportuarias. La patronal Aceta recuerda que la escalada de precios públicos de los servicios aeroportuarios desde 2010 ha sido del 68% en el promedio del conjunto de los aeropuertos de AENA. Las instalaciones más afectadas han sido las de Madrid-Barajas con un incremento del 110% y Barcelona-El Prat con una subida del 100%.

Aceta, que agrupa a las principales aerolíneas españolas, Iberia, Air Europa y Air Nostrum recuerda que nunca ha entrado a valorar si la propiedad de AENA aeropuertos debe ser pública o privada, pero se ha pronunciado claramente en contra de que los aeropuertos con más tráfico subvencionen a los aeródromos sin pasajeros que son inviables. El presidente de Iberia y de IAG, Antonio Vázquez, generó una dura polémica con AENA hace unos meses al acusar a la empresa pública de pagar con los ingresos de los aeródromos de Madrid, Barcelona, Palma y Málaga, las perdidas de las terminales inviables.

Adjudicación de servicios a la baja

Las compañías aéreas nacionales e internacionales que operan en España han mostrado ante el Ministerio de Fomento su preocupación ante la perspectiva de que la presión de la deuda de 13.000 millones que arrastra AENA, tras la privatización, profundice en la estrategia que hoy aplica la empresa de adjudicar sus servicios (seguridad, handlig, tiendas, cafeterías y restaurantes, limpiezas) a ofertas que, en los diferentes sectores, se califican de “muy bajas”, e incluso de “temerarias”. Esta política, en su opinión, tendrá (“está teniendo ya”) como consecuencia que la calidad general de los servicios aeroportuarios “se resienta”, mientras que los precios que se repercuten a las aerolíneas y a los pasajeros, no paran de subir.

Dividir AENA en tres

La posición más drástica contra la conversión de AENA en un “monopolio privado” la mantiene la patronal AECA, que representa a un buen número de compañía de servicios de pasajeros, carga y trabajos aéreos, así como de helicópteros. Su presidente Felipe Navío aboga por la división en tres grupos de la red de aeropuertos de AENA. Plantea que se tome como ‘buque insignea’ de cada una de las empresas a los aeródromos de Madrid, Barcelona y Palma. “Si es imprescindible a AENA se privatice, lo peor que puede ocurrir es que se convierta en un monopolio privado y que los aeropuertos no compitan entre si”, asegura.

Navío echa de menos que “la organización estatal en materia aeronáutica, Fomento, Secretaria General del Transporte, AESA y AENA, actúen de manera cohesionada” para “evitar que incurran en actuaciones individualistas y en muchos casos contradictorias”. “Todas las actuaciones deben tener una estrategia común, para conseguir un modelo aeronáutico sostenible y creador de riqueza para la economía española”. En su opinión el eje que da coherencia a esa estrategia es “el turismo”; se trata del “motor que desarrolla el transporte aéreo. La mayoría de nuestros clientes, viajan por motivaciones turísticas, vacacionales, culturales, gastronómicas, etc. Cualquier política aérea que no tenga en cuenta este binomio indisoluble está condenada a la incertidumbre: como ejemplo las instalaciones aeroportuarias vacías”

Ante la perspectiva de privatización de AENA el único escenario que la justifica, en opinión de Navío, es que se establezca “competividad entre los diferentes aeropuertos”. El objetivo último es “deshacer los vicios de las estructuras monopolísticas” ya sean estas públicas o privadas.

Navío plantea la creación de tres empresas. Cada una de ellas agruparía a los siguientes aeropuertos. Grupo uno: Madrid, Alicante. Ibiza, Fuerteventura, Tenerife Norte y Santiago. Grupo dos: Barcelona, Las Palmas, Arrecife, Sevilla, Mahón y Asturias. Grupo tres: Palma, Málaga Tenerife Sur, Valencia, Bilbao y Girona.

Para los 30 aeropuertos restantes de la red, Navío plantea tres alternativas: la primera añadirse por subasta a los concesionarios anteriores; la segunda pasar a ser gestionadas por empresas privadas, locales u otras entidades; y la tercera, desparecer.

La compra de Luton

Las aerolíneas y sus patronales interpretan que la adquisición de los aeródromos de Luton y de Cali solo se inscribe en la estrategia del Ministerio de Fomento de privatizar la filial de AENA Aeropuertos en el plazo más breve posible. “Engordar la deuda en más de 500 millones de euros, cuando se deben 13.000 millones no deja de ser una estrategia cuestionable y solo se explica cuando se quiere hacer más atractiva una compañía que se quiere privatizar a toda costa”. Las mismas fuentes afirman que tal operación “con toda seguridad, no está encaminada a que a las compañías aéreas, que somos los principales clientes de AENA, se nos rebajen las tasas y se mejore el servicio”.

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