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Los movimientos sociales de Extremadura hacen su propia campaña en el ‘Encierro Dignidad’ de Cáceres

Comida popular en el encierro para explicar a los vecinos sus reivindicaciones / Foto: JR

Javier Romo

Llevan ya seis días en los sótanos de la parroquia de la Guadalupe. Piensan seguir allí encerrados durante toda la campaña electoral, sin una fecha para poner fin al encierro.

Su día a día es la lucha. Hacen un par de asambleas cada jornada, y el salón central parroquial se ha convertido en su centro de operaciones. Allí se acumulan panfletos y pancartas con sus reivindicaciones. Dos grandes pancartas reciben al visitante bajo los lemas “contra el paro y la precariedad” y renta básica.

El pasado viernes 4 de diciembre comenzó el Encierro Dignidad. Lo hizo en una manifestación espontánea que activistas de diferentes colectivos realizaron desde el centro de Cáceres, cuando las calles estaban abarrotadas de transeúntes, hasta la iglesia de Guadalupe.

Más de medio centenar de personas se sumó a la asamblea fundacional del encierro. Reivindican derechos como el pago de la renta básica, el fin de los desahucios por impago a personas que no puede pagar y que se garanticen mínimos vitales en luz y agua, entre otras demandas.

Desde que comenzó la protesta permanece en la iglesia gente de todas las edades. Desde jóvenes estudiantes, hasta mayores desempleados, pasando por desempleados. Su actividad es constante, y estos días están “panfleteando” los barrios más cercanos, para dar a conocer el encierro, sus reivindicaciones. Para mostrar los problemas de desempleo y precariedad a los que se enfrentan miles de extremeños.

Este martes, una comida popular abierta para todos los cacereños, y para el próximo día 18, a las puertas de las elecciones, una “gran manifestación” en Cáceres convocada por todos los colectivos participantes en el encierro para protestar por la situación “que atraviesa Extremadura”.

Todas las noches se van rotando para dormir, en torno a una veintena de personas, entre activistas de Cáceres y otros que han llegado de diferentes puntos de la región. A la protesta se han sumado, no solo los Campamentos Dignidad, sino personas de la Red de Solidaridad Popular de Cáceres (RSP), la Plataforma de Parados y Paradas de Cáceres y la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Cáceres (PAH).

Comentan que están recibiendo gestos de solidaridad de todo Cáceres, también desde Valencia o Barcelona. En las redes sociales son innumerables los mensajes de aliento.

El encierro, en primera persona

Paco González, vecino de Mérida de 52 años, y parado de larga duración, es uno de los activistas que permanecen encerrados. “Estoy aquí para reclamar los derechos del pueblo. Por el trabajo, la vivienda, para que la gente tenga casa y que dejen e inyectar dinero a los bancos y dejen de rescatarlos, que lo único que están consiguiendo con esto es hundir al pueblo”.

“Si no pagas una hipoteca a ti no te rescatan, al revés te tiran a la basura”, declara indignado Paco, que actualmente vive “precariamente”, en una habitación que le ha cedido un familiar. Convive con “humedades y otras dificultades”.

Está viviendo el encierro “con mucho ánimo” ya que para él “lo que mejor de esto es que nos hayamos juntado varios movimientos sin mirarnos el nombre, luchando todos en el mismo camino. He encontrado a bastantes personas en este encierro con problemas similares a los míos y es bueno que nos conozcamos unos a otros para poder caminar todos juntos en el mismo camino”.

Junto a Paco, Jesús Díaz, un joven de 22 años, activista de los Campamentos Dignidad de Extremadura, que actualmente está en paro tras acabar la temporada de recogida de aceituna. “Consideramos que en Extremadura estamos sufriendo un drama, con 149.000 parados. Esta no es la primera vez que nos encerramos, llevamos ya tres años haciéndolo y hemos podido comprobar que gobierno tanto con el PP en Extremadura como con el PSOE las cosas no cambian.

“Incluso en las ayudas contra la exclusión que ha sacado ahora la Junta, para ayudar a la gente que se queda sin luz y sin agua, se ha visto que han dado menos dinero el PSOE que incluso el anterior gobierno del PP y eso que decían que iban a cubrir a toda la gente de Extremadura, cosa que es mentira, porque no han cubierto ni a una décima parte”.

También se ha unido a la protesta Rubén Moreno, estudiante de 22 años de Almendralejo y activista también de los Campamentos Dignidad de Extremadura. Comenta que está encerrado por la “pérdida de dignidad que estamos sufriendo los jóvenes. No podemos trabajar, no tenemos un futuro, tenemos que estar en casa dependiendo siempre de los padres, teniendo que tirar de los abuelos si hace falta incluso”.

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