Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Rebelión general, también en el PSOE, contra la supresión de las diputaciones

Diputación provincial de Cáceres, sede central en la plaza de Santa María

José L. Aroca

Pedro Sánchez y Albert Rivera son dos jóvenes políticos, con ganas de comerse el mundo, pero que desconocen la realidad española y sobre todo a las comunidades que representan a dos tercios geográficos del país, con fuerte presencia del mundo rural y pequeños municipios, para las que las diputaciones son esenciales.

Ese es el resumen de lo que se ha opinado este miércoles en Extremadura ante la firma del acuerdo PSOE-Ciudadanos que prevé no solo suprimir esas instituciones provinciales, como pide Rivera hace tiempo, sino invitar a la fusión voluntaria de municipios. “Pues yo invito a cualquiera”, señala el ex presidente de la Diputación de Badajoz y exalcalde de Castuera Juan María Vázquez, “a ir a un pueblo, y decir que el municipio va a desaparecer y se va a juntar con el del al lado; ahora, que tenga el coche cerca y preparado para salir pitando”.

¿Qué une a Rosario, Cristina, Marisol, Miguel Ángel, Laureano o Juan María, y provoca el silencio prudente de Álvaro, frente al aplauso en solitario de María Victoria? Esas cuatro líneas del documento de Rivera y Sánchez en las que escuetamente se plantea la “supresión de las Diputaciones Provinciales de régimen común y creación de Consejos Provinciales de Alcaldes para la atención al funcionamiento y la prestación de servicios de los municipios de menos de 20.000 habitantes de la provincia respectiva”.

Rosario Cordero presidenta de la diputación de Cáceres, Cristina Teniente diputada regional del PP, Marisol Mateos diputada del PSOE, Miguel Ángel Gallardo presidente de Diputación Badajoz, y los expresidentes Laureano León (PP, Cáceres) o Vázquez (PSOE) se han alineado en contra de esa idea, solo secundada por María Victoria Domínguez, portavoz regional de Cs.

¿Y Álvaro Jaén, secretario regional de Podemos? Ha declarado según la agencia Efe que cuando esas propuestas tengan el respaldo necesario, analizarán y se pronunciarán sobre si lo que plantean ambos partidos tiene “recorrido y viabilidad”.

De qué hablamos

Para el ex presidente de la Diputación de Badajoz y ex alcalde socialista de Castuera, Juan María Vázquez, el problema no es la supresión o no de estas instituciones, o un posible cambio de nombre y estructura, sino aclarar el destino del volumen financiero que ahora manejan, dedicado a los ayuntamientos, y que supone un tercio del total de la financiación local en España.

“Vale, muy bien, las suprimimos, ¿y ese dinero desaparece de los ayuntamientos o adónde va?, esa es la cuestión, ¿se lo quedan las comunidades?”. Un dinero considerable y que son 6.400 millones de euros para toda España.

Vázquez advierte que lo que no va a desaparecer es la función, es decir, una labor de asistencia a los municipios menores de 20.000 habitantes que es lo que ahora hacen las diputaciones. “Me da igual que le cambiemos el nombre y ahora lo llamemos consejo de alcaldes, pero supongo que tendrá que haber una estructura administrativa y personalidad jurídica, ¿no? ¿Y con los funcionarios de las diputaciones qué hacemos, los echamos?”.

El actual senador socialista por Badajoz no tiene problemas en que se debata la organización administrativa en lo relativo a la administración local, y en que desaparezcan como tales las diputaciones a favor de otras entidades intermunicipales, si de lo que se tratara es de borrar reminiscencias caciquiles del pasado que puedan atribuirse a esas instituciones provinciales.

“Es cierto que hay sitios donde la presidencia de la diputación ha sido una plataforma política desde la que se hace clientelismo, y presidentes que se creían el mayor poder de la provincia y querían pasar a la posteridad construyendo un gran auditorio, pero eso no ha ocurrido en Extremadura donde lo que se ha hecho es dar servicios municipales y además al menos en el caso del PSOE la estructura de partido no lo permite”.

Aunque la supresión de esas entidades y sus presidentes “sí la querrían por ejemplo alcaldes de capitales de provincia, que ven en ellos una competencia política”.

En el acuerdo firmado por Pedro Sánchez y Albert Rivera figura también la fusión de municipios algo “muy difícil de realizar como tal”, aunque en la misma línea de replantear la administración territorial Juan María Vázquez cree que sí se pueden crear estructuras intermunicipales, por ejemplo para compartir secretarías y servicios jurídicos, “pero tampoco creo que al final se ahorre mucho”.

Obra de dos urbanitas centralistas

Laureano León (PP), expresidente de la Diputación de Cáceres, califica esa propuesta como la obra de dos “urbanitas centralistas”, Pedro Sánchez y Albert Rivera, un madrileño y un barcelonés, desconocedores de la realidad española y sobre todo la de extensas comunidades donde la organización territorial es bien distinta a la de Madrid o Cataluña.

“Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura… ¿Saben lo que significaría para miles de pequeños pueblos de esas regiones suprimir de un plumazo la figura o las funciones de una diputación? ¿Quién lleva la cultura a los pequeños pueblos, quién hace las inversiones?”. Para León no es extraño que a Sánchez no le suenen las diputaciones desde una comunidad uniprovincial, Madrid, donde la diputación nunca tuvo gran sentido frente al gran poder político y económico del municipio capital, y fue absorbida por la Comunidad sin que nadie la echara de menos.

Tampoco le choca la “ignorancia” de un urbanita barcelonés, Albert Rivera, al que tacha de “centralista”. “¿Cuántos pueblos pequeños hay en Cataluña, qué protagonismo tenían las diputaciones?”. En 2006 desaparecieron las diputaciones catalanas, sustituidas por dos estructuras, las veguerías y sobre todo las comarcas.

Ciudadanos

La portavoz de Ciudadanos, Victoria Domínguez, defiende que C's lo único que ha hecho ha sido poner encima de la mesa las propuestas de su programa electoral, entre las que estaba revisar la organización territorial del Estado con la supresión de las diputaciones, lo que requiere de una reforma constitucional.

Ha justificado la medida en que su objetivo es evitar “duplicidades” entre administraciones y que “no haya refugios políticos innecesarios para colocar a los amiguetes”. Además, ha criticado las “absurdeces” y que se “meta miedo a la gente”, pues “ni van a desaparecer pueblos ni nada”.

Etiquetas
stats