Feijóo endurece el tono de la precampaña tras plantar un abedul
Pocos días después de enviarlo a intentar reconducir el caos del Ayuntamiento de Santiago, el presidente de la Xunta recibió a Agustín Hernández. El ex conselleiro y nuevo alcalde de Santiago salió del despacho presidencial con varias promesas para la ciudad que el PP gobierna con mayoría absoluta desde hace tres años. La más publicitada era la puesta en marcha del “Bosque de Galicia”, un proyecto aparcado desde 2012 en el interior del Plan Estratégico de la Cidade da Cultura y que supone la “creación” por 300.000 euros de un espacio arbolado de una veintena de hectáreas en el monte Gaiás, que paradójicamente perdió buena parte de su vegetación para que fuera construido el complejo diseñado por Peter Eisenman, en el que la Xunta lleva dilapidados unos 400 millones de euros.
Justo tres semanas antes de que entre en vigor la prohibición de realizar inauguraciones y demás actos de autobombo por la convocatoria de las elecciones municipales, Alberto Núñez Feijóo ha ascendido por el Gaiás. No lo ha hecho para inaugurar el bosque –aún falta alrededor de un millar de árboles– sino para, junto al propio Hernández, coger una azada y plantar un abedul entre la expectación de la prensa y recomendaciones botánicas del conselleiro de Cultura y Educación, Román Rodríguez.
Tras esta escena tan propia de tiempos de campaña, en la que el presidente elogió el que, dice, será “el bosque más importante de la Autopista del Atlántico”, Feijóo dejó en las laderas del Gaiás declaraciones igualmente electorales. Lo hizo, a preguntas de la prensa, para replicar a la oposición, que en los últimos días cuestionó sus viajes a Andalucía y Sudamérica para participar en actos enmarcados en la campaña electoral andaluza.
Como su portavoz en el Parlamento, Pedro Puy, Feijóo ve la envidia en el origen de estas críticas, especialmente en las del socialista José Ramón Gómez Besteiro. “Lamento que haya líderes en Galicia que no sean requeridos por sus partidos en ningún lugar de España, eso no es de mi responsabilidad”, sentenció. Al tiempo, Feijóo deja por el camino una acusación más o menos velada de posibles malversaciones de fondos en el pasado: “Los desplazamientos del presidente del PPdeG los financia el PPdeG y no la Xunta, y eso ya era hora de que ocurriera”, afirmó sin ahondar más y sin especificar qué viajes partidarios serían, según esta aseveración, pagados con dinero público. El anterior presidente del PPdeG fue Manuel Fraga y de la Xunta, el socialista Emilio Pérez Touriño, que en un comunicado difundido este miércoles ha negado que el PSdeG sufragase desplazamientos de partido con dinero del Gobierno.
