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Las autoridades gallegas, movilizadas por una visita del Vaticano

Feijóo recibe a Bertone en el aeropuerto de Santiago XOÁN CRESPO

David Lombao

La línea que separa Estado e Iglesia católica, trazada con más o menos claridad en el ordenamiento jurídico básico, desaparece con frecuencia, ya sea para reclamarle a la Virgen del Rocío que trabaje para reducir el desempleo, para solicitarle al Apóstol Santiago “soluciones” a la crisis o para, vía reforma educativa, permitir que la materia de Religión compute para la media académica. El principio constitucional según el cual “ninguna confesión tendrá carácter estatal” vuelve a estar, como mínimo, cuestionado este fin de semana en Compostela, donde las relaciones de “cooperación con la Iglesia católica y demás confesiones” se convierten en movilización de las principales autoridades gallegas para recibir a los representantes del Vaticano que se acercan a Santiago y participar en sus actos litúrgicos.

La visita vaticana tiene la finalidad de ordenar arzobispo al ourensano José Rodríguez Carballo, ministro general de la orden franciscana a quien el papa Francisco ha nombrado secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, una especie de miembro del gobierno del Estado católico. La comitiva, encabezada por el secretario de Estado de la Santa Sede, Tarcisio Bertone, llegó en las últimas horas del Día de las Letras Galegas al aeropuerto de Lavacolla. Allí, a pie de pista, estaba el nuncio apostólico en España, Renzo Fratini, y a su lado el presidente de la Xunta, la presidenta del Parlamento, el delegado del Gobierno central y los ministros de Fomento y Exteriores.

Tras ese recibimiento, los miembros de la jerarquía católica se trasladaron al complejo formado por el convento de San Francisco y el Hotel Monumento en el que fue convertido parte del mismo. Pero esto no implicó el fin de la mezcla con los estamentos políticos gallegos. Bien al contrario; Bertone se acercó a la residencia oficial de Monte Pío para “mantener una entrevista” con Alberto Núñez Feijóo. Según la información ofrecida por el arzobispado -no constaba en la agenda oficial de la Xunta- en Monte Pío también se celebró una “cena oficial ofrecida por el titular del Ejecutivo gallego”.

En la jornada del sábado, la central de la presencia de Bertone en Compostela, también ha habido notable implicación de representantes políticos en actos puramente religiosos. Así, tanto la Xunta como el Parlamento confirmaron el viernes que Feijóo y Pilar Rojo asistirían a la “a la celebración de la Santa Misa y Ordenación Episcopal del padre José Rodríguez Carballo” en la catedral de la capital gallega. No consta, ni en los datos ofrecidos por el Gobierno ni por el arzobispado, si van a participar o no en la “recepción y cena” que, en este caso organizada por la Iglesia, va a acoger el “restaurante de San Martiño Pinario”.

En este contexto, de los tres días que Tarcisio Bertone ha previsto pasar en Santiago sólo uno transcurrirá únicamente en el ámbito religioso, sin contacto oficial con políticos. Será el domingo, cuando celebrará una misa privada en la Catedral, se reunirá con el arzobispo y “visitará distintas partes de la ciudad de Santiago en automóvil”. Como telón de fondo de este viaje está la “aspiración”, formulada por el propio Feijóo, de que el papa Francisco visite la ciudad durante los actos de celebración del aniversario de la visita de Francisco de Asís a Compostela, conmemoración religiosa declarada, a instancias de la Xunta, acontecimiento de “especial interés público”, con exenciones fiscales para las empresas que lo patrocinen.

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