Cantabria comunica al Estado su disposición a acoger más refugiados

Más de un año y medio después de que el Gobierno de Cantabria aprobara su Plan de Atención y Acogida de Refugiados, con el que pretendía dar una respuesta integral y preparar a la comunidad autónoma para la crisis migratoria que se desató en las puertas de Europa, el Ejecutivo sigue esperando que el Estado ponga en marcha un dispositivo eficaz que facilite la llegada de personas en situación de necesidad.

Así lo ha reconocido el propio consejero de Educación, Cultura y Deporte, Ramón Ruiz (PSOE), que tiene las competencias en Cooperación, durante una comparecencia en el Parlamento de Cantabria, donde ha desgranado los detalles del presupuesto de su departamento para 2017.

Según ha explicado a preguntas de la oposición, que ha cuestionado la labor del bipartito en materia de acogida, Cantabria ha comunicado reiteradamente al Gobierno de España su disposición a acoger más refugiados, que se sumen a las dos familias -ocho personas en total- que ya se encuentran en la comunidad tuteladas por esa estrategia que se pactó con las ONG.

“Estamos preparados y tenemos voluntad”, ha subrayado el consejero durante su comparecencia en la comisión parlamentaria para presentar el presupuesto y después de las críticas que en este contexto ha realizado la diputada y portavoz de Podemos, Verónica Ordóñez, sobre la actuación del Gobierno de Cantabria ante el problema de los refugiados.

Ruiz ha explicado que el director general de Cooperación, Jorge Gutiérrez, ha remitido varias cartas al Estado mostrando la disposición de Cantabria para acoger a más refugiados, mientras que Ordóñez ha censurado que la comunidad solo haya acogido a ocho refugiados cuando en España han entrado 900 y ha opinado que el Gobierno “ni tiene interés ni intención” en acoger a más.

El consejero, sin embargo, ha insistido en que “Cantabria está preparada” y cuenta con viviendas vacías cedidas por los ayuntamientos y la Consejería de Obras Públicas para acoger a más refugiados cuando sea necesario. Además, ha explicado que, “preferiblemente”, el Gobierno quiere recibir a “familias completas”, ya que considera que así es más fácil la adaptación.

Papel mojado

Para dar una respuesta integral, el Ejecutivo autonómico puso en marcha una mesa de trabajo integrada por la propia Administración regional y que contó con la participación de organizaciones sociales y ONG como Cruz Roja y Cáritas, además de implicar a la Federación de Municipios de Cantabria y al resto de fuerzas políticas.

De ahí salió el denominado Plan de Atención y Acogida de Refugiados, dividido en tres fases, desde la acogida inicial en la red de albergues autonómicos hasta que se garantizara su autonomía e integración en la sociedad.

Además, este plan incluía las medidas y actuaciones necesarias para garantizar la asistencia sanitaria, la escolarización de los niños y jóvenes, el acceso a los servicios sociales, el asesoramiento jurídico y la atención psicológica de estas personas que huyen de la guerra y de la miseria y de la muerte en sus países de origen.

Un plan, sin embargo, que no se ha podido ejecutaren toda su extensión. “El Gobierno de Cantabria ha mostrado, desde el primer momento, su pesimismo, su preocupación y su alarma ante la UE y sus estados miembros porque no han sabido dar respuesta a esta crisis humanitaria y porque se están haciendo inmunes ante el sufrimiento y el dolor de miles de personas que salen de su país, con sus familias, para escapar de la muerte”, aseguró la vicepresidenta y responsable de Política Social, Eva Díaz Tezanos (PSOE) en una entrevista con eldiario.es.