Descubierto el primer himno de Canarias y la letra de los 'Cantos canarios' de Power

Parte del legado musical custodiado por la Banda de Música de Santa Cruz de Tenerife

Noé Ramón

Santa Cruz de Tenerife —

La Banda de Música de Santa Cruz de Tenerife puede enorgullecerse de situarse en esos momentos a la cabeza en cuanto a número de partituras y repertorio en el ámbito de toda España. Y es que el antiguo archivero cedió hace algunos años cerca de 5.000 composiciones, algunas de las cuales tienen gran importancia y calidad. Entre ellas, el primer himno de Canarias que se conoce y la letra original de los Cantos Canarios de Teobaldo Power, cuya existencia se desconocía hasta ahora.

Desde hace tiempo, el director de la banda de música, Felipe Neri, está llevando a cabo una minuciosa y complicada labor de catalogación de los documentos según su género musical. La intención es que posteriormente puedan ser digitalizados con el fin de garantizar su buen estado y conservación a lo largo de los próximos años.

Los legajos se encontraban en poder de un antiguo colaborador de la banda que ejercía como archivero y antes de su fallecimiento se los ofreció a Neri, sin pedir nada a cambio. Hasta ahora ninguna de estas composiciones ha sido interpretada por la Banda de Música, pero el director asegura que lo harán en un futuro no muy lejano.

El primer himno de Canarias que se conoce tiene letra, su autor es anónimo y resultó ganador de un concurso convocado en el año 1815.

Entre las piezas más destacadas está también un himno a Tenerife, de autor igualmente desconocido, o una composición en seis movimientos del compositor tinerfeño Crosa dedicada a la ciudad de Santa Cruz. Pero también han aparecido partituras de un autor natural de La Orotava llamado Juan Padrón cuyas composiciones fueron muy populares en la época, entre ellas un pasodoble.

El concejal de Cultura, José Carlos Acha, ha anunciado su intención de financiar la digitalización de este importante fondo documental, restaurar lo que sea necesario y encontrar un sitio adecuado en el que se pueda guardar de la mejor manera posible. La suerte es que los legajos se encuentran en un relativo buen estado.

Entre las partituras encontradas se pueden identificar piezas románticas como una titulada Llora su balcón, y varias composiciones de finales del siglo XIX con una notable calidad en cuanto a composición. También hay una misa a cuatro voces que data de 1895. La existencia de tan elevado número de piezas escritas por autores locales se justifica, en muchos casos, por la inexistencia de temas musicales a los que recurrir.

El aislamiento hacía que los habitantes de las Islas tuvieran que ingeniárselas para poder contar con su propio repertorio con el que entretener a un público que no contaba con muchas distracciones más. Apenas llegaban unas partituras desde Madrid en las revistas musicales especializadas como era la llamada Armonía. Pero de resto se tenía que recurrir a los compositores locales, algunos de los cuales destacaron por su creatividad y calidad.

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