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El apellido de la emigración

Lidia Rodríguez

Esta semana los medios publicaban una noticia que se ha vuelto común: la tasa de desempleo sigue siendo un problema para los canarios. La noticia no me pilla desprevenida pero me hace pensar en la emigración en Canarias. Hubo un tiempo en el que los canarios miraban con recelo al inmigrante y se destilaba tinta de periódico alertando de la presencia del otro en nuestra tierra. Hoy cambian las tornas.

Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el número de canarios que emigra ronda las 10.000 personas. Muchos de ellos con carrera y máster en el bolsillo, esos a los que se les dice que son “la generación perdida”. Si en los últimos años te has paseado por la universidad, conocerás más de una historia para no dormir. Es raro el universitario medio que no te pueda contar los malabares que tiene que hacer para poder pagar la matrícula o el arte de combinar un trabajo en precario para ayudar a sus padres y pagar gastos adicionales.

El peligro viene cuando después de tanto esfuerzo te toca emigrar. Y es ahí cuando te atacan con el argumento estrella: no es emigración, es “movilidad exterior”, que decía Fátima Báñez. Este es uno de los mayores insultos a mi inteligencia que he tenido que oír. Pues mira, no. Los canarios emigran porque viven en una de las comunidades autónomas con mayor tasa de desempleo. No lo hacen para vivir una aventura o porque tengan espíritu emprendedor. Emigran porque desean tener un futuro digno, el futuro que les prometieron y que no tienen.

Ni el Gobierno de Canarias ni los cabildos se plantean qué están haciendo mal para que muchos de los que hoy estamos estudiando no tengamos que hacer la maleta y coger carretera y manta, incrementando así los datos estadísticos del INE. Ellos siguen con sus problemas de primero de política. Lo que más les preocupa es que el Cabildo de Gran Canaria tiene más presupuesto que el de Tenerife, que si Fernando Clavijo y Patricia Hernández se llevan bien aunque se vaya a romper el pacto. Un bucle vicioso de circunstancias que les impide ver lo urgente dentro de lo importante. Lo urgente es que aumenta el paro, la precariedad y la emigración.

Además me pregunto qué están haciendo los medios canarios para visibilizar la situación de esas 10.000 personas que emigran por obligación. Una comunidad autónoma que supera la media nacional en datos de desempleo no se puede permitir tener medios de comunicación sumisos y periodistas que ejercen de cuarto poder y no de contrapoder.

Ellos también son responsables de que los emigrantes canarios solo sean cadáveres en el camino, datos estadísticos que sirven para hacer tablas y análisis cualitativos que poco o nada importan a los responsables de nuestras instituciones. Los medios son los que jerarquizan la información y te muestran lo importante por encima de lo urgente. A veces se olvidan de que detrás de cada dato hay un individuo con nombre y apellido.

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