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Amnistía Internacional es un movimiento global de más de 7 millones de socios, socias, activistas y simpatizantes que se toman la lucha contra las injusticias como algo personal. Combatimos los abusos contra los derechos humanos de víctimas con nombre y apellido a través de la investigación y el activismo.

Estamos presentes en casi todos los países del mundo, y somos independientes de todo Gobierno, ideología política, interés económico o credo religioso.

“El poder en Irán lo tiene el ayatolá Alí Jamenei y a él no se le elige”

Manifestaciones en Irán en 2009, tras las elecciones presidenciales © Javad Montazeri

Ángel Gonzalo

Periodista de Amnistía Internacional en España —
  • En la víspera de las elecciones presidenciales de Irán, hablamos con Mahamood Amiry-Mogaddam, fundador de Iran Human Rights y uno de los activistas iraníes más conocidos en Europa. Reside en Noruega desde 1985, cuando llegó como refugiado. Ha sido ponente en el 5º Congreso Mundial contra la Pena de Muerte que se celebra en Madrid del 12 al 15 de junio. Irán es uno de los países con mayor número de ejecuciones en los últimos años, 314 personas fueron ejecutadas en 2012 según cifras oficiales, pero la verdadera cifra podría superar las 600. También sigue vigente la pena de muerte para menores y existe la lapidación como método de ejecución. Las mujeres están discriminadas tanto en la ley como en la práctica.

Las autoridades iraníes han intensificado su actuación represiva contra disidentes antes de las elecciones presidenciales del país del 14 de junio en un intento de acallar las voces críticas. Desde principios de marzo, han sido detenidos al menos siete periodistas -dos de ellos pertenecientes a la minoría kurda-. Pero la represión no sólo afecta a los informadores, las autoridades también han acosado a diversos activistas políticos y representantes sindicales en los últimos meses. Continúan privados de libertad decenas de presos políticos –personas detenidas durante las protestas multitudinarias contra el gobierno tras las controvertidas elecciones presidenciales de 2009–; entre los que hay presos de conciencia, según denuncia Amnistía Internacional en un nuevo informe. Estas son las declaraciones de Mahamood Amiry-Mogaddam, fundador de Iran Human Rights.Iran Human Rights

¿Cómo puede describir la situación de derechos humanos en su país?

El número de ejecuciones ha aumentado en los últimos cuatro años y también lo han hecho las ejecuciones públicas, y castigos como los latigazos o las amputaciones por diferentes delitos, entre ellos el tráfico de drogas, la corrupción moral, blasfemia, adulterio... La situación es muy grave, el sistema de justicia no es imparcial y la libertad de expresión está amenazada.

Amnistía Internacional ha denunciado una escalada en la represión, meses antes de las elecciones, ¿qué puede decir de estas informaciones?

Sabemos que se han producido amenazas a opositores. Hay una tendencia represiva desde enero y ha afectado también a periodistas que trabajan en medios oficiales iraníes. Las autoridades temen protestas como las de hace cuatro años. Ahora la gente puede acabar con la dictadura. Las autoridades han visto los ejemplos en algunos países vecinos y Jamenei lo sabe. No quiere ningún riesgo, de ahí que hayan planeado la represión con antelación. Hace cuatro años fuimos el primer país en salir a la calle y protestar. Las ejecuciones públicas son un mensaje para la gente. “Esto es lo que hacemos contigo si rompes nuestras reglas. Ten cuidado”.

¿Estamos cerca de una “primavera árabe” en Irán similar a Egipto o Túnez... o cerca de un conflicto como Siria?

La sociedad civil de Irán estaba detrás de las protestas de 2009: mujeres, estudiantes... no hubo apenas violencia por parte de los manifestantes. Pienso que Irán no va a terminar como Siria, por suerte; pero por otra parte, el ayatolá Alí Jamenei no es como Mubarak, no va a dejar el poder fácilmente. Irán es un país con 70 millones de habitantes y el régimen no es tan grande y está más débil que nunca. Si hay una gran protesta en la calle y generalizada, son menos; no podrán pararlo.

¿Qué significa pertenecer a una minoría étnica o religiosa en Irán?

Las violaciones de derechos humanos que tenemos en Irán son mucho peores en los lugares donde viven las minorías étnicas y religiosas. En Teherán es más difícil que se ejecute a un activista político porque tendría más repercusión, pero en la zona donde hay mayoría kurda, es más fácil. Nadie está mirando lo que ocurre allí. El último año, casi todas las ejecuciones de personas por motivos políticos o “moharebeh” -guerra contra Dios- fue en regiones donde residen minorías étnicas y religiosas. Hablamos de prisioneros kurdos o baluchis.

¿Cuál es la situación de la mujer?

Según la constitución de Irán, las mujeres están en muchos aspectos subordinadas a los hombres. Hay un “apartheid” legal contra las mujeres, hay violencia legal contra las mujeres. Si la mujer no sigue la vestimenta que marca la ley, puede ser azotada. Muchas veces se producen crímenes de honor donde la mujer es la víctima. Las autoridades de Irán promueven una cultura de violencia contra las mujeres. Las mujeres no pueden ser presidentes ni jueces, por ejemplo.

A pesar de esto, hay mujeres que tienen reconocimiento internacional y ejercen como abogadas y activistas, como la premio nobel de la paz, Shirin Ebadi.

Si miras a la historia de Irán, el movimiento de las mujeres empezó hace más de 100 años. En 1907 teníamos activistas para luchar por los derechos de las mujeres. En 1920 teníamos una revista escrita por mujeres. El movimiento de defensa de derechos de las mujeres en Irán es, probablemente, el más antiguo de Oriente Próximo. Pero tienen un enemigo fuerte.

¿Qué ocurre con la comunidad homosexual?

El nuevo código penal -aprobado recientemente-, describe con detalle los delitos homosexuales. Antes se utilizaba el término “sodomía”, ahora se describe con detalles. Antes, el sexo entre dos hombres estaba castigado por la muerte. Ahora se distingue entre la parte activa y la parte pasiva de la relación homosexual. La parte pasiva será ejecutada. La parte activa será azotada 100 veces. Si la parte activa no es musulmán, serán los dos ejecutados. Es un paso en la dirección equivocada, sobre todo porque sabemos que hay una comunidad homosexual muy grande en Irán. Las autoridades los persiguen. Tenemos un régimen que vive con 500 años de retraso.

Los casos de lapidación han provocado el rechazo internacional, ¿sigue vigente?

Sí, está recogida en el código penal. Pensaron en cambiarlo por la presión internacional, pero se mantiene a día de hoy. Además, si no existe castigo definido en el código penal, los jueces deben aplicar la “sharia” -ley islámica- por lo que a veces utilizan esa argucia para disimular castigos o delitos que la comunidad internacional rechaza. Tenemos informes que hablan de cuatro lapidaciones el último año en Irán. Es difícil confirmar el dato por culpa de que la información no fluye como debería, pero sigue vigente. Y puede suceder.

¿Cómo se defienden los derechos humanos en Irán desde el extranjero?

La lucha por los derechos humanos es una lucha global. En cualquier lugar en el que estés puedes combatir. Internet es una herramienta muy poderosa. Ahora podemos ser testigos de lo que ocurre en cualquier sitio y denunciarlo. Esto hace que tengamos todos una mayor responsabilidad para señalar a los culpables y que podamos hacerlo de forma rápida y eficaz. Además, está demostrado que las autoridades, en este caso de Irán, son sensibles a la presión internacional. Por ejemplo, las ejecuciones no se producen dos semanas antes de las elecciones y dos posteriores... porque el mundo está mirando en esos momentos. Eso nos demuestra que podemos empujar a nuestros gobiernos. Debemos hacerlo y convertir los derechos humanos en una prioridad en las agendas nacionales e internacionales.

¿Alguna esperanza para las elecciones del 14 de junio?

Las elecciones no van a cambiar mucho, porque el presidente no tiene mucho poder. El poder lo tiene el ayatolá Alí Jamenei y a él no se le elige. Lo mejor es que las elecciones pueden significar una pequeña, mínima apertura y que la atención se dirija hacia Irán, y que la gente se sienta acompañada y decida provocar un cambio. Los cambios en Irán vendrán por la movilización desde dentro; y estoy seguro de que van a conseguirlo, quizás no en estas elecciones, pero sí pronto.

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Amnistía Internacional es un movimiento global de más de 7 millones de socios, socias, activistas y simpatizantes que se toman la lucha contra las injusticias como algo personal. Combatimos los abusos contra los derechos humanos de víctimas con nombre y apellido a través de la investigación y el activismo.

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