La Escuela Andaluza de Salud Pública denuncia la “manipulación” de una auditoría privada encargada por la Junta

Álvaro López

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El futuro de la Escuela Andaluz de Salud Pública (EASP) sigue en el aire. El proyecto de la Junta de Andalucía para disolverla e integrarla en el futuro Instituto de Salud de Andalucía (ISA) no convence a quienes forman parte de esta institución sanitaria con sede en Granada. Temen que se acabe con el prestigio y el trabajo realizado durante más de 30 años y alertan de que el Gobierno andaluz está “manipulando” el proceso con tal de conseguir su objetivo: cerrarla. Por eso, han emitido un comunicado en el que censuran las conclusiones de la auditoría privada pagada con dinero público que ofrece los argumentos para acabar con la EASP.

Después de año y medio luchando para que la Escuela siga existiendo, los trabajadores creen que la Junta está maniobrando para que el proyecto de disolución de la EASP y creación del ISA salga adelante, aunque no haya razones de peso. La Consejería de Salud ya intentó cerrar esta institución académica en el invierno de 2019 y, gracias a la presión social y política, tuvo que posponer esos planes hasta un año después cuando, a través de una auditoría privada encargada a la firma Ernst&Young, muy próxima a la cúpula del Partido Popular, se propuso de nuevo su cierre con argumentos controvertidos. Argumentos que ahora, con la tramitación en marcha del anteproyecto de ley de creación del Instituto de Salud de Andalucía (ISA), han vuelto a ponerse en el centro de la polémica.

El informe de Ernst&Young, realizado en 2020 y en el que se basa la Junta para disolver la EASP dentro de una institución que quiere englobar también a la Fundación Progreso y Salud y a la Secretaría General de I+D+i en Salud, es discutible porque tiene una hoja anexa que es la que ha desatado las iras de los trabajadores de la Escuela. Pese a que la auditoría en general deja en buen lugar a la EASP, esta hoja extra señala varias deficiencias que invitan a cerrarla. El problema es que este añadido no está paginado ni encaja con todo lo descrito durante el informe, por lo que hace que el personal de la Escuela crea que está “manipulado”.

Niegan “duplicidades”

“El Comité de Empresa de la EASP denuncia la inconsistencia de las conclusiones, ya que no se incorpora el análisis específico que se ha realizado por la consultora para concluir sobre la existencia de duplicidades. Además, existe un incumplimiento del procedimiento al no publicarse las alegaciones que la EASP presentó al informe preliminar”, señalan en el comunicado al que ha tenido acceso elDiario.es Andalucía. Porque además de la auditoría que ha servido de base para el anteproyecto de ley que quiere crear el ISA y cerrar la Escuela, los trabajadores protestan porque la Junta no ha tenido en cuenta sus alegaciones, hasta el punto de que ni siquiera las ha publicado.

Entre los puntos más polémicos de las conclusiones de la auditoría destaca uno que no se sostiene, según los miembros del comité de empresa de la EASP. El informe señala que con la existencia de la Escuela existen “duplicidades” en el funcionamiento con otras instituciones de salud andaluzas. Algo que rechazan de plano desde la EASP porque recuerdan que ellos fueron pioneros al abrirla hace ya más de 36 años. “La singularidad de la Escuela Andaluza de Salud Pública fue ampliamente argumentada tanto en el proceso de alegaciones a la auditoria preliminar, como en el proceso de consulta pública previo. En dicho texto se recogía información detallada sobre los objetos sociales y finalidades de las entidades mencionadas en la auditoría, evidenciándose claramente que no existen de ninguna manera las duplicidades mencionadas”.

Por otra parte, en la Escuela recuerdan que las funciones que desarrollan están recogidas en la Ley Andaluza de Salud Pública de 2011, por lo que no se puede decir que están duplicadas. “Un análisis más extenso de las entidades instrumentales relacionadas, sus objetos sociales y finalidades para detectar coincidencia y duplicidad entre los mismos, evidencia que la actividad en el ámbito de la investigación y generación de conocimiento en salud pública y gestión sanitaria que realiza la EASP no es coincidente con las actividades competenciales de la Fundación Progreso y Salud (FPS), ni de la Fundación para la Investigación Biosanitaria de Andalucía Oriental (FIBAO). Las Fundaciones son entidades de impulso a la investigación mientras la EASP es un centro que desarrolla investigación en su ámbito específico”.

Prestigio avalado por los años

Desde el comité de empresa tampoco respaldan la tesis de que la formación que ofrecen pueda equipararse a la de otras instituciones: “La EASP genera el conocimiento, planifica, desarrolla y evalúa formación especializada, acreditada, continuada y de posgrado, con finalidades específicas en campos concretos, la salud pública y la gestión sanitaria, no identificables en los objetos y fines de otras entidades públicas de formación en el territorio andaluz”. Una posición de prestigio que la ha situado como referencia a nivel internacional hasta el punto de que hay varios organismos que copian su modelo. A la vez que tiene acuerdos de colaboración con instituciones análogas de diferentes países.

Su labor como consultoría sanitaria es otra de las funciones que pone en duda el informe de Ernst&Young y que defienden los trabajadores. Insisten en la idea de que no hay otra institución equiparable a la EASP en ese sentido y mucho menos en territorio andaluz. “Como resultado del trabajo sostenido de la EASP en la consultoría internacional en salud pública, sistemas y servicios de salud, la EASP es centro colaborador de la Organización Mundial de la Salud y de la Organización Panamericana de la Salud, así como miembro de las principales asociaciones internacionales de escuelas de salud pública y de gestión sanitaria, tanto en Europa como en Latinoamérica: EHMA (European Health Management Association), ASPHER (Association of School of Public Health in the European Region) y ALAESP (Asociación Latinoamericana de Escuelas de Salud Pública)”.

En definitiva, una vez más vuelven a rechazar la actitud de la Junta de Andalucía y de la Consejería de Salud sobre el futuro de la EASP. Creen que existe una voluntad expresa de cerrarla, aunque no haya argumentos que respalden ese proyecto. Defienden que no hay ninguna otra institución que pueda compararse a la Escuela, por lo que reclaman que el anteproyecto de ley decaiga y no se lleve a cabo la disolución de esta institución académica de salud. En todo caso, eso no podrá ocurrir hasta que el anteproyecto no pase a tramitación parlamentaria y lo acaben tumbando los grupos políticos. La oposición de PSOE, Unidas Podemos y los diputados no adscritos de Adelante ya han manifestado que harán todo lo posible para evitar que la EASP acabe desapareciendo como tal.

La Consejería de Salud se desmarca de las acusaciones y se apoya en el documento de Ernst&Young y las conclusiones que se han obtenido. “Las auditorías han sido externas, han evaluado y emitido informe provisional. Al provisional se le ha podido hacer todo tipo de alegaciones y ahora ha sido emitido el definitivo. La Consejería no tiene nada que ver con las auditorías que las contrató Regeneración y las ha hecho, según dicen, una empresa muy solvente y seria en esto”.

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