La particular obsesión que tiene el cofundador de Podemos y exdirigente de Podemos, Juan Carlos Monedero, con el candidato de Ciudadanos a la presidencia del Gobierno, Albert Rivera, ha vivido este sábado un nuevo capítulo, durante un acto de la formación magenta en la localidad onubense de Nerva.
Allí, Monedero se ha dirigido en dos ocasiones de forma muy directa a Rivera, metiendo su nombre con calzador en el discurso, y poniendo un poco más de pimienta a la polémica que abrió cuando hace unos días insinuaba en un acto público que el líder de Ciudadanos consume drogas, lo que provocó incluso una disculpa pública por parte del candidato de Podemos a la Moncloa, Pablo Iglesias y el anuncio de una querella contra Monedero por el aludido.
Monedero, que confesaba al principio del acto que venía “calentito”, tras visitar el vertedero de residuos tóxicos y peligrosos de la localidad, espetó durante su discurso una petición a Rivera: la de que se fuese “a pegar tiros si tanto le gusta la guerra”, para enfatizar la opinión de su partido contra una intervención militar.
Hilaba así el discurso por la afirmación de Rivera de que España “dentro de la OTAN” debería intervenir en Siria, para decirle que “si te gusta tanto la guerra, ponte una camisa caqui y sé el primero en ir a Siria a pegar tiros. Nosotros contra la guerra”.
“No le pidamos que entienda esto”
Antes de pasar por Siria con este argumento, Monedero se dirigía a Albert Rivera al citar al filósofo prusiano Immanuel Kant (1724-1804), considerado el mayor defensor del concepto de la dignidad humana, para provocar la risa del auditorio con la frase “no le vamos a decir a Albert Rivera que entienda estas cosas”.
“Queremos que la gente tenga un trabajo digno, vivienda digna, acceso a sanidad, somos insustituibles cada uno de nosotros, y hay que reconocer la dignidad del ser humano, ya que nada frena invariablemente el ultimo momento, por eso somos sujetos de dignidad cada uno de nosotros”, ha dicho.
Reflexión, además, de Monedero, a la trayectoria de su partido desde sus primeros pasos, al menos los conocidos. Así, recordaba que “hace dos años teníamos la sensación de que nos robaban la cartera, estaban cambiando las bases de nuestra economía, a los jóvenes lo están expulsando, a los mayores les asustan, los economistas decían que no había alternativas, pero nosotros decidimos tirar una piedra para ver si hacía olas, y vaya si las hizo”.