La detención de cinco personas, con edades comprendidas entre 19 y 34 años, ha permitido esclarecer 55 delitos contra la propiedad, especialmente en establecimientos de hostelería y gasolineras, perpetrados entre los meses de abril y julio de este año en Asturias.
No obstante, la operación continúa abierta ya que falta por arrestar el sexto integrante de esta red que ya está identificado y se espera que pueda ser detenido en las próximas horas.
La actuación policial, que ha sido bautizada como “Octanos-Nemea”, se ha desarrollado de forma conjunta por integrantes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía.
Los robos se cometieron en los municipios de Llanera, Gijón, Siero, Mieres, Oviedo, Corvera de Asturias, Avilés, Castrillón y Cudillero entre los meses de abril y julio de este año. Cada acción delictiva duraba entre 8 y 10 minutos
La alarma social
La desarticulación de esta organización era una de las principales prioridades de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Principado de Asturias ante la gran alarma social que estos robos estaban provocando entre los empresarios, trabajadores y vecinos de los nueve concejos donde actuaban.
Los robos se habían cometido en los municipios de Llanera, Gijón, Siero, Mieres, Oviedo, Corvera de Asturias, Avilés, Castrillón y Cudillero.
Una compleja investigación
El proceso de investigación ha sido muy laborioso y complejo, ya que se han analizado imágenes de cámaras de videovigilancia, se ha procedido a la obtención de restos biológicos, análisis de las prendas de vestir que usaban en el momento de perpetrarse los robos, identificación de fragmentos de huellas dactilares y actividad operativa, que han derivado en la identificación de los integrantes de la organización.
A continuación reproducimos el vídeo de la “Operación Octanos-Nemea” desarrollada conjuntamente por la Guardia Civil y la Policía Nacional de Asturias.
La actuación policial se activó en la madrugada de ayer, jueves, tras las investigaciones desarrolladas por efectivos de ambos cuerpos policiales.
Los investigadores analizaron las imágenes de cámaras de videovigilancia, obtuvieron restos biológicos, examinaron las prendas de vestir que usaban en el momento de perpetrarse los robos e identificaron fragmentos de huellas dactilares
Actuaban en la zona central
Además de las detenciones de los cinco miembros de esta organización, se realizaron dos registros domiciliarios con autorización judicial que permitieron localizar pruebas de su presunta implicación en los hechos delictivos.
El grupo había puesto su foco en establecimientos hosteleros y estaciones de servicio de la zona central asturiana porque en los concejos donde actuaron hay buenas vías de comunicación que les facilitaba rápidos desplazamientos.
Agresión a empleados
La gran actividad que desplegaron en los nueve municipios donde cometieron los principales asaltos llevó a la Guardia Civil y a la Policía Nacional a establecer un dispositivo de seguridad especial, ya que los hechos se perpetraban en demarcaciones de ambos cuerpos.
Uno de los asaltos más graves que llevaron a cabo se registró el pasado 22 de mayo, cuando se apoderaron de 140.000 euros tras intimidar con violencia al empleado de la gasolinera de Mieres.
El modus operandi
“El análisis pormenorizado de los robos llevó a la conclusión de que éstos se cometían en una misma franja temporal, con un mismo modus operandi y en distintos puntos de la geografía de la Comunidad Autónoma, afectando a distintos órganos judiciales”, han señalado desde la Guardia Civil de la Zona/ Comandancia de Asturias.
El modus operandi consistía en la localización y sustracción de vehículos pertenecientes al grupo VAG (SEAT, Audi y Volkwagen) inmediatamente antes de dirigirse a cometer el hecho delictivo, en algunos casos hasta en la misma población.
Rejillas metálicas y mazas
Para llevar a cabo la sustracción de los turismos, uno de los autores violentaba el bombín y, una vez en su interior, empleando un dispositivo electrónico que desactivaba el inmovilizador, ponía en marcha el vehículo para a continuación dirigirse a perpetrar el robo.
Los investigadores pudieron determinar que cuando el objetivo era un establecimiento de hostelería, los ahora detenidos utilizaban distintas formas, desde el empleo de una rejilla metálica de las utilizadas en los sumideros, que arrojaban contras las cristaleras y posteriormente fracturar las máquinas recreativas, hasta emplear una maza para la fractura del cristal pasando por hacer uso de la parte trasera del vehículo sustraído con el conocido método del “alunizaje”.
Robos siempre de madrugada
Otro elemento común en todos los hechos era la hora de su perpetración, ya que los robos se producían siempre de madrugada. En una misma noche podía llevar a cabo entre uno y cuatro hechos en localidades próximas.
También era habitual que los vehículos sustraídos fueran abandonados de nuevo en las proximidades del lugar donde los habían sustraído o en la localidad donde sustraían un segundo o tercer vehículo.
El reparto de roles en los robos
Aunque el grupo está formado por seis personas, cuatro de ellas -que se iban intercambiando en cada robo- eran las que actuaban normalmente: uno realizaba tareas de conductor y vigilancia. Otro llevaba a cabo el forzamiento del establecimiento y los otro dos accedían de forma rápida al interior y perpetraban el robo.
Todos los robos se realizaban con gran rapidez, estimándose una duración de entre 8 y 10 minutos, según los cálculos de los investigadores.
Actuaban encapuchados y no dudaban en emplear la violencia o intimidación para amedrentar a los empleados de las estaciones de servicio para que no activaran la alarma para obtener información de la ubicación de las cajas fuertes o lugar donde guardaban el dinero
Encapuchados y con guantes
Su objetivo siempre eran las cajas registradoras, cajas fuertes, máquinas recreativas o los cajetines de las mismas. En el caso de no poder acceder directamente al dinero, se llevaban directamente la caja o máquina recreativa.
Los integrantes de la organización siempre actuaban encapuchados y llevaban guantes de trabajo, para dificultar a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad su identificación. Una ocultación de su rostro que llegó a producirse incluso antes de la sustracción de los turismos.
Tampoco dudaban en emplear la violencia o intimidación para amedrentar a los empleados de las estaciones de servicio para que no activaran la alarma para obtener información de la ubicación de las cajas fuertes o lugar donde guardaban el dinero.
La banda estaba especializada en este tipo de delitos contra la propiedad y conocía los tiempos de reacción de los cuerpos policiales tras los avisos de las centrales de alarmas
Las medidas de seguridad
La forma de actuación que tenían denotaba, según los investigadores, que se trataba de un grupo criminal especializado y experimentado en la comisión de este tipo de hechos, puesto que adoptaban muchas medidas de seguridad para evitar ser identificados.
Los investigadores aseguran que los integrantes de la red sustraían vehículos empleando medios técnicos, establecían un reparto de tareas en la planificación y ejecución de los delitos y conocían los tiempos de reacción de los cuerpos policiales tras los avisos de las centrales de alarmas.
Los perjuicios
Los hechos delictivos que ahora han sido esclarecidos han afectado a una gran variedad de perjudicados, desde los empleados de las estaciones de servicios que fueron víctimas de la violencia que desataron los autores de los robos, los dueños de los establecimientos por los desperfectos causados en los locales y los particulares que al dirigirse a coger su vehículo comprobaban que éste había sido sustraído.
A todos estos perjuicios, los investigadores suman los desperfectos que la banda ocasionaba en los turismos robados.
La magistrada titular del Juzgado de Instrucción 2 de Oviedo, en funciones de guardia, ha decretado prisión provisional, comunicada y sin fianza para tres de los detenidos por la naturaleza y gravedad de los hechos, a la vista de las penas previstas para los delitos que se les imputan, así como para evitar reiteración delictiva y riesgo de fuga
Buscan al sexto integrante
Al grupo desarticulado se le imputan un total de 55 delitos contra el patrimonio, de los que 20 eran delitos de robo con fuerza en bares, otros siete robos con violencia en estaciones de servicio y 28 sustracciones de vehículos a motor.
Al mismo tiempo se le atribuye a cada uno de ellos el delito de pertenencia a grupo criminal, dos delitos contra la seguridad vial y uno de usurpación de estado civil.
La investigación no se da por finalizada, a la espera de detener al sexto integrante de la organización. Los cinco detenidos, de 27, 34, 24, 29 y 19 años, son vecinos de Siero, Llanera, Oviedo y Pola de Lena.
Tres de los detenidos, a prisión
Los detenidos pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Oviedo, en funciones de guardia. La magistrada titular del juzgado dictó un auto de prisión provisional, comunicada y sin fianza para tres de los arrestados por los delitos de robos con violencia, robos con fuerza en establecimientos abiertos al público y robos de uso de vehículo a motor.
La magistrada ha adoptado esta medida por la naturaleza y gravedad de los hechos, a la vista de las penas previstas para los delitos que se les imputan, así como para evitar reiteración delictiva y riesgo de fuga, según ha confirmado a elDiario.es Asturias un portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA).