El Tenerife encaja en el minuto 2 y no pasa de un empate insípido
El Tenerife no exhibió en Anduva la pinta del equipo aspirante que se suponía después de plantarse líder tras consumirse un cuarto de campeonato. Marcado por la ausencia de atacantes y por el planteamiento tibio de Garitano, encajaron los suyos demasiado pronto (minuto 2) y solo generaron luego una ocasión franca, en la que Ángel rescató del naufragio al equipo con su tercer gol del curso. El 1-1 deja un poso insípido y rebaja la euforia a las puertas de tres partidos de mayor exigencia (Levante, Elche y Valladolid) y el debut en la Copa del Rey.
Arrancaron los blanquiazules justo sin la tensión necesaria para enfriar la salida briosa de este Mirandés reconstruido como cada verano, pescando aquí y allá de canteranos de los grandes de la Primera División y de egresados de la Primera Federación. Este sábado solo dos titulares del once de Alessio Lisci jugaban en Miranda el curso anterior. Si con estos condicionantes sobrevive otro año en el fútbol profesional será un nuevo milagro.
Así que con tanto futbolista con hambre de glorias y un técnico con el mismo punto arrebatado con el que le precedió Etxeberria se entiende la primera propuesta del Mirandés, fiado a la velocidad por la banda de ese Gabri –una perla del Girona cedida antes al San Fernando, igual que Ilyas–, un descaro y una verticalidad que agarraron destensados al Tenerife lo suficiente para hacerse sangre con una caída al área en la que nadie respondió como debía.
Por orden, Roberto López, manso dejando que Jonathan Gómez sacara sin molestias una pelota jugada por el flanco izquierdo, luego Mellot aculándose en lo que Gabri completaba el acceso al área y un pase pegado a la línea de meta que cruzó hasta el palo largo, en lo Amo ayudaba tarde y Waldo perdía la marca de Álvaro Sanz. Sobrepasado Soriano y los defensas en el palo corto, el medio centro del Mirandés se encontró un remate a puerta vacía para el 1-0.
Con hora y media por disputarse, el Tenerife se encontró con el partido que peor le va –el ritmo bajo y un rival enfebrecido como aliños–, obligado a remontar cuando no suele desde hace demasiadas plantillas y con un guion inusual: Ángel en línea con Gallego y Roberto tirado a la derecha en lo que lucía un 4-4-2 inusual. Al tiempo que necesitaba para encontrar inspiración con los patrones cambiados le añadió un marcador en contra que empobreció su juego.
El Mirandés se guardó las espaldas para evitarse una de esas vueltas dañinas que tanto rentan al Tenerife y el partido empezó a discurrir por un atasco de ideas, balones largos con la defensa local encarada y una sucesión de llegadas inertes por el lado de Mellot. Ni una mala pared, ni un balón habilitado para que lo cazaran los delanteros, no fue hasta que llegó un movimiento de fichas de Garitano que algo cambió.
Andando el minuto 40, Roberto López volvió a hacer de diez, Waldo de siete y Ángel de once. Con los buenos en sus sitios más naturales, el juego del Tenerife ganó sentido y en la primera en la que Mellot ganó un desmarque por dentro, se fue vertical al área y encontró a Ángel cayendo al remate, un tiro manso pero colocado, lo justo para dejar vendido a Ramón Juan.
El tercer gol de Ángel dio un respiro antes de la pausa y luego de que cayera Medrano por una lesión de isquiotibiales con mala pinta, otra piedra en el camino de locos que espera a los blanquiazules de aquí a un mes. Con el descanso en la mano, Nacho volvió a jugar después de dos citas en el banco y Garitano convino en que el empate no era mala pesca.
Con media hora por delante, entró Bodiger por Gallego, se emparejó Sergio con Amo como dúo de centrales y quedó como lateral izquierdo Loïc Williams, menos eficaz cuando lo sacan de posición. Y buscó el técnico presencia ofensiva subiendo a Nacho como un volante con permiso para moverse en todas las posiciones de ataque. Pero ni así, atrabancado el Mirandés cuando se vio incapaz de manejar el medio juego, enlazó cuatro pases precisos el Tenerife.
Puede que todo le hubiera rentado del todo a Garitano si el debut de Alassan en esta temporada hubiera sido antes. En la fase de alargue, tres minutos escasos sobre el césped, el chico se arrancó con dos conducciones envenenadas, la segunda directa a un 1-2, parada con una falta grosera de Pablo Tomeo. Nada nuevo, aunque de resolver antes estas indecisiones nacen los equipos pintones.
(1) CD MIRANDÉS: Ramón Juan; Rubén Sánchez, Pablo Ramón, Barcia, Gómez; Ilyas (Iosifov, m.69), Álvaro Sanz (Reina, m.86), Miguel Baeza (Godoy, m.87), Tachi (Pablo Tomeo, m.75), Gabri; y Martón (Durdov, m.75).
(1) CD TENERIFE: Soriano; Mellot (Aitor Buñuel, m.90), Amo, Loïc Williams Medrano (Nacho, m.90+4); Sergio González, Álex Corredera; Waldo, Roberto López, Ángel (Alassan, m.90; y Enric Gallego (Bodiger, m.63).
GOLES: 1-0, m.2: Álvaro Sanz. 1-0, m.43: Ángel.
ÁRBITRO: Miguel Sesma Espinosa (Comité Riojano). Amonestó a Tachi (m.45+5), Ilyas (m.60) y Pablo Tomeo (m.90+2) y a los visitantes Soriano (m.38), Enric Gallego (m.57) y Loïc Williams (m.85).
INCIDENCIAS: Partido de la décima jornada de LaLiga HyperMotion (Segunda División) 23-24 disputado en el estadio de Anduva ante 2.848 espectadores. Los jugadores del Tenerife guardaron luto por el fallecimiento de Isidoro Hernández Sánchez, futbolista blanquiazul en la temporada 66-67.
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