Aguas españolas o marroquíes: la “nueva” denominación de la FAO del mar cercano a Canarias que preocupa a la pesca isleña

Barco pesquero con Alegranza al fondo.

Iván Alejandro Hernández

Las Palmas de Gran Canaria —

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“¿Por qué el año pasado pescaba a siete millas de Fuerteventura y se identificaba como aguas españolas y ahora pone que son aguas marroquíes?”. Esta pregunta del patrón de la Cofradía de Arrecife, Aquilino Arrocha, llegó al Parlamento de Canarias el pasado martes. En su respuesta, la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno regional, Alicia Vanoostende, reconoció que esto sucede, pero que no repercutía a efectos prácticos, puesto que los profesionales podían seguir desarrollando su actividad y notificar que el pescado ha sido capturado en aguas españolas.

La respuesta no acaba de tranquilizar al subsector, sobre todo los lanzaroteños dedicados a la pesca del atún, que quieren que “se reconozca que estoy en aguas españolas cuando estoy en aguas españolas”, afirma Arrocha, que asegura que esta denominación es “nueva”. En concreto, se refiere al Diario Electrónico de Pesca (DEA), un sistema implantado en los buques desde finales de los años 60 para garantizar el control de la actividad que se realiza, como anotar las capturas diarios, el tiempo que ha estado faenando, el tipo de pesca que realiza. Y también identifica en qué zona se encuentra la embarcación.

“Todos los años modifican el programa del ordenador para hacerlo más accesible. Es verdad que ha mejorado, pero nos chirría que desde hace meses nos ubique en aguas de Marruecos cuando no estamos más allá de la mediana y por eso lo hemos planteado ante el Ministerio y la Consejería de Agricultura”, explica Arrocha. “Y la única respuesta que nos dan es que pongamos España en la zona FAO, en la casilla correspondiente a la captura del pescado”, añade.

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) realiza divisiones en los mares y océanos en zonas de pesca y cada una tiene una numeración establecida que sirven para situar las distintas pesquerías en el mundo. Al Océano Atlántico le corresponde el número 34 y a la zona entre los dos puntos más cercanos entre Canarias y la costa occidental africana la denomina como 34.1.13; se trata de una subdivisión que se incluye en la llamada 3.1.1 Costa de Marruecos, que abarca en territorio continental desde Tanger hasta Cabo Bojador.

Vanoostende corroboró en la sesión parlamentaria que en la aplicación les aparece a los pescadores canarios esa zona denominada como Costa de Marruecos-Cabo Bojador, que abarca, aproximadamente, desde Agadir hasta el norte del Sáhara Occidental. Pero “eso no significa que la 3.1.13 sea aguas marroquíes, es el nombre que le ha puesto la FAO a toda esa zona”, manifestó la consejera, quien especificó que se pusieron en contacto con el Ministerio para aclaren la cuestión “y eso es lo que nos han dicho”. Y para poder etiquetar como español al pescado capturado en esas aguas, la aplicación permite que se cambie la zona que aparece por defecto.

Sin ningún acuerdo firmado entre España y Marruecos que establezca la delimitación de sus aguas, Canarias ha mantenido la separación del mar con el país vecino a través de la mediana, una línea equidistante entre Gran Tarajal y Juby, a unos 100 kilómetros de distancia, con la mitad para cada territorio. Es decir, hasta las 31 millas de distancia desde Fuerteventura, los barcos canarios pueden pescar en aguas españolas. Pero en 2019, Rabat aprobó forma unilateral dos leyes en las que ampliaba sus fronteras marítimas incluyendo el mar del Sáhara Occidental, un territorio pendiente de descolonización. Esta decisión provocó el rechazo de las instituciones canarias, pero a efectos prácticos no ha tenido aún repercusión.

De hecho, ya en 2018 la Unión Europea firmó con Marruecos un acuerdo pesquero que permitió, a cambio de entregar 52 millones de euros anuales a Rabat, faenar a 90 embarcaciones de España, una treintena canarios, en el mar del Sáhara Occidental.

El patrón de la Cofradía de Arrecife, también atunero, aclara que su embarcación tiene permisos de pesca en aguas de Marruecos. “Pero tememos que patrulleras de Marruecos exijan que se retiren de sus aguas a los barcos que no tengan esos permisos, aunque estén en aguas españolas”.

Arrocha considera que todo se debe tratar de “un error” del programa, porque de lo contrario “serían malas intenciones”. En cualquier caso, espera que se pueda solucionar; de lo contrario, asegura, continuarán alzando la voz.

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